sábado, 28 de marzo de 2020

Super-mega-macro review de animes

Cierto día, entre 2008 y 2009 si la memoria no me falla, se me ocurrió hacer una lista de animes que quería ver, para no hablar desde el desconocimiento cuando tocara conversar sobre el tema, y obviamente para entretenerme. La selección creció y creció, por momentos sin control, hasta el punto de que aún al día de hoy me quedan pendientes en MyAnimeList.

Este artículo es un compendio de reviews personales cortos de casi todo lo que he visto.

Primero, unas cuantas consideraciones:

  • Lista actualizada al 12 de enero del 2025.
  • Aclaro que son mis opiniones. No esperen estar siempre de acuerdo conmigo. Se trata de un fan diciendo lo mucho o poco que le gusta algo, no de un analista, por eso de vez en cuando no garantizo controlar el fanboy dentro de mí. Tampoco soy Cervantes.
  • No incluyo series de mi infancia, ni Pokemones ni Dragon Balls ni nada por el estilo, ni material “privado”. XD
  • Algunos nombres son los originales japoneses, otros son occidentales (lo notarán con las películas de Studio Ghibli, por ejemplo). Consideren este punto si no encuentran algo en un primer intento.
  • En ciertos casos, hago un review de todo el material (series, OVAs, filmes...) bajo un mismo título.
  • En otras ocasiones, rompo el orden alfabético para ordenar series por temporada.
  • También puede haber uno que otro review de producciones de imagen real (doramas, películas) relacionadas con los animes.
  • Haré un esfuerzo por no soltar spoilers. Un esfuerzo.
  • Prepárense para un huracán de memes, tropes y términos nerds. Si no entienden alguna expresión, quizás sea un meme otaku.
  • Esta lista queda abierta a actualización y modificación. Lenta, pero segura.

 

#

009-1. Me ha entretenido, a pesar de que los guiones son un tanto básicos. Me gustó el estilo retro-futurista sesentero y el diseño clásico (aunque simple) de los personajes, incluso las curvas exageradas de las chicas.

2x2 Shinobuden. Me reí, pero... no sé, le falta algo. Quizás toda la locura me pareció algo ya visto.

5 Centímetros por Segundo. El arte es sublime, las historias son bombas lacrimógenas, y “One More Time, One More Chance” es la cereza del pastel.

 

A

A-Channel. Anime, especiales y OVAs. Es como un reciclaje de personajes y escenas de varias series de slice-of-life, pero a pesar de su poca originalidad sabe dar en el clavo con la esencia del género. Me pareció agradable y sólidamente entretenido.

Aa Harimanada. Rebosante de MANLINESS, y con buenos combates. El protagonista es como una fusión de Mamoru Takamura y CM Punk en un luchador de sumo.

Abenobashi, Distrito Comercial Mágico. OK, es de GAINAX, pero es una serie normalucha y el argumento es una simple excusa para presentar los diferentes “mundos”. Como sea, mantuvo mi atención y tiene sus instantes épicos, como la idea original del Lagann Impact, el momento “uguu~” y el “Fucking Hot Dog”. XD

AD Police (OVA). Buenas historias, percibo los finales un poco apresurados, pero de que hay calidad cyberpunk, la hay.

AD Police (serie). No me desagrada, tiene potencial, pero el dibujo y la animación son tan mediocres que le matan todo intento de expresión o espectacularidad. Esta serie habría subido muchos puntos con un buen apartado visual y un ambiente menos genérico, más adulto y distópico (como el de las OVAs).

Afro Samurai / Afro Samurai Resurrection. Yo, mon, nigga got style.

Air (TV). Una joya, muy conmovedora. Misuzu es un ángel. Aunque hasta el día de hoy sigo confundido con lo del cuervo.

Air (película). Buen esfuerzo, pero muy sintetizada. Además, la versión TV de Kyoto Animation le pega una importante paliza.

Air Gear. Dos o tres batallas buenas, y el resto es fanservice y actitud de “soy más cool que tú”. No me logró aumentar el interés mientras duró.

Air Gear: Break on the Sky (OVAs). Me gustaron un poco más que la serie, principalmente por los combates más vistosos.

Akagi. No entiendo el Mahjong y me pierdo en las explicaciones (quizás por eso prefiero a Kaiji), pero Akagi también atrapa y tiene lo suyo. Su atmósfera tensa transmite con claridad "esto es yakuza, esto es peligroso, no te atrevas ni siquiera a voltear la cara".

Akane Maniax. Comedia meh, drama meh, y cuando se juntan no pegan ni con cola. Akane-chan se ganó mi simpatía en Kimi ga Nozomu Eien, y obviamente se merecía algo mejor que esto.

Akikan. Serie y OVA. Una especie de Kannagi + Rozen Maiden versión baratucha, repleta de QUALITY y con el protagonista más repelente que he visto (sí, más indeseable que el de School Days). Este anime parece (sin serlo) una mala adaptación de un juego hentai. Y además el mejor episodio es un relleno donde nadie hace nada.

Akira. Me quito el sombrero ante Katsuhiro Otomo y la era de la animación a mano. Sin embargo, ya que sé que el manga desarrolla mejor la historia, lo pongo en lista de espera.

Amaenaideyo. No es el mismo ecchi-clon de siempre, aunque a simple vista lo parezca. Los episodios son entretenidos y reflejan un buen esfuerzo por inyectarle originalidad al género.

Amaenaideyo Katsu. Tiende a un ecchi más común y corriente que la primera temporada, y el protagonista está más perdedor que nunca, a pesar de que hay más argumento. Sin embargo, no es un caso como el de Zero no Tsukaima. Aún se mantiene a flote.

Angel Beats. Buen drama e historia, y el humor me gusta aunque es un poco forzado. No alcanza la magia de las adaptaciones de Kyoto Animation, pero tiene sus instantes.

Angel Links. ¿Y todo este fanservice? XD Me esperaba algo bueno, pero no tanto como su historia matriz (Outlaw Star), sin embargo ha sobrepasado mis expectativas y la considero a su mismo nivel.

Animation Runner Kuromi-chan. Me cae bien este par de OVAs, por el humor con que se plasman ciertas actitudes y situaciones laborales que de otro modo deprimirían a quienes a veces tenemos que sufrirlas en carne viva; y para un fan del anime, qué mejor ambiente que un estudio de animación para representarlas. También se aprende de dónde viene el QUALITY, con unos ejemplos que son la pura risa.

Animatrix. Cortos imprescindibles para el fan de Matrix y muy recomendables para el que no es fan. Por cierto, hay uno que se puede calificar como el predecesor de Dennou Coil.

Anohana. Serie y película. Aunque a veces se le fuerza el drama, está bien y engancha (y Menma es la fantasma más moe de todos los tiempos). El especial live-action es otro tema: luce una gran dirección artística, pero la mala actuación lo echa a perder.

Aoi Bungaku Series. Anime para pensar, con gran ritmo narrativo y una calidad visual de película.

Appleseed (1988). Me ha entretenido bastante, incluso me ha despertado el interés en el manga (a pesar del Engrish y el dibujo ochentoso). Es buena señal que tras más de dos décadas esta OVA aún conserve suficiente carácter propio y no se sienta como una plantilla para GitS.

Appleseed (2004). Esta Appleseed es para la OVA original lo que son las películas de Ghost in the Shell para los mangas. Es decir, una interpretación más seria, pero igual de válida e igual de buena.

Appleseed Ex-Machina. Tiene sus peleas cools a lo John Woo (por algo está ahí como productor), pero es inferior a la de 2004 en argumento. A veces hasta parece un videojuego.

Appleseed XIII. Decepcionante. Un anime cualquiera de ciencia ficción con una etiqueta de “Appleseed” pegada con masking tape. Y eso que la historia tiene posibilidades, pero es demasiado común para aguantar un desarrollo tan lento y con tanto flashback y alegoría repetitiva. Me da que sería un poquito más aceptable si no fuera CGI.

Appleseed Alpha. Es grato volver a ver una buena entrega de Appleseed después de los últimos tropiezos. Sigue un esquema de típica película gringa de acción (y Deunan podía haber lucido más joven), pero es entretenida y la calidad gráfica es impresionante.

Aquarion. Veo que se propusieron hacer un homenaje a los mechas clónicos de los setentas y ochentas... y eso mismo fue lo que hicieron. Un anime de mechas clónico, con uno que otro combate semi-interesante, pero poco más de ahí.

Aquarion (OVA). Hay algo que falla aquí. La serie es meh, pero al menos tiene sus momentos y gracias; en las OVAs, en cambio, sólo veo un intento desesperado por parecer un clon de Evangelion y lucir combates CGI. No me ha generado interés, ni siquiera con la sorpresa final.

Aquarion (película). Una recopilación de las OVAs con algunos añadidos. Le rescato el primer segmento porque tiene valor auto-paródico.

Aquarion Evol. Más pasable que la primera Aquarion, quizás porque hay menos contraste entre el estilo visual y el espíritu de la serie, o por el trolleo de cierta revelación casi al final, o porque me acostumbré.

Aquarion Love. Una OVA crossover de las dos primeras temporadas. Es carnada para fans, pero no está mal.

Aquarion Logos. Esto es como ver los Power Rangers. Cuando vi Evol tuve la ilusión de que podía haber más mejora en la franquicia, pero aquí salen con algo insulso que puede llamarse cualquier cosa menos Aquarion.

Aru Tabibito no Nikki. Surrealismo bien manejado e interesante, inclusive en los extras (que son aún más fumados que los episodios principales).

Las Aventuras de Horus, Príncipe del Sol. Puede que el argumento no sea tan impactante hoy en día, pero su desarrollo es muy bueno y la calidad del dibujo es magnífica, a veces hasta parece una película actual. A propósito, la dirección está a cargo de un tal Takahata, y el jefe de animadores es un tal Miyazaki.

AyuMayu Gekijou. El único spinoff de Kimi ga Nozomu Eien que me ha gustado de verdad, aunque las referencias a MuvLuv las capté a medias por no haberlo jugado. Ayu y Mayu son como los enanos de Orphen, pero con gracia (y un extraño moe). ¿Cómo sería una serie protagonizada por ellas?

Azumanga Daioh. Mi anime predilecto de slice/humor, y uno de mis favoritos de todos los tiempos. Cuando acaba, quieres más. Cuando buscas más, lo revisionas todo de nuevo, y sueltas carcajadas como el primer día. Y sigues con ganas de más. Ojalá hagan OVAs con los capítulos especiales de Hoshuu-hen, y con todo lo que se haya quedado del material original. Ojalá. Por favor. Onegai.

 

B

Baccano. Serie y OVAs. Es liosa, aunque tiene buenos personajes. Al final se queda en “eso (no) es todo”, y uno se pregunta lo mismo: “¿eso (no) es todo?”

Bakemono no Ko. Buena historia. La parte del mundo de las bestias es la más entretenida y mágica, en contraparte al mundo humano tibio y predecible (quizás esto ha sido a propósito).

Bakemonogatari. Me da la impresión de que es un enorme relleno de diálogo geek con un poco de argumento. Pero la dirección hipnótica de Akiyuki Shinbo le hace bastante diferencia a favor; de hecho, si no fuera por él, no habría funcionado.

Bakuman. Tres temporadas. Al principio tiene un ritmo irregular, y le sobran algunos momentos de autoayuda tipo "¡vamos a lograrlo!", pero desde que el elenco comienza a expandirse se pone a crecer y mejorar constantemente, hasta llegar a un muy buen término. Y de que engancha, engancha.

Bamboo Blade. Tama-chan es el alma de esta serie. El resto cae entre normalucho y aprobado, y no me convenció el final de “galletitas para todos”. Pero unas OVAs de Blade Braver no me habrían caído mal.

Bannou Bunka Neko-Musume (Nuku Nuku). Me gustan más las OVAs originales, que son una copia de Project A-ko, pero de las buenas, con la misma locura, diversión y fanservice. Por debajo les quedan la serie de TV y DASH, que se ponen a experimentar con rellenos de comedia escolar y dramas de acción.

Bartender. Originalidad y excelencia narrativa son dos factores que por sí solos definen un anime de calidad, y Bartender los reúne ambos. Cada episodio tiene su sabor propio, se degusta sin prisa y deja satisfecho, igual que un buen trago.

Bartender: Kami no Glass. Más que un remake, es un complemento a la serie original, con un “feeling” más o menos como de un dorama. No tengo quejas, la calidad se mantiene.

Basilisk. El mejor anime de ninjas que he visto. Caramba, de lo que era capaz Gonzo cuando no estaba en crisis.

Basilisk: Ouka Ninpouchou. Esto no es Basilisk. Es un anime cualquiera de ninjas, que no se acerca ni de lejos al original en ningún apartado. Lo mejor que le pasó fue finalizar, para quedarse en "mediocre" y no seguir empeorando.

Basquash. Aquí hay calidad técnica, el problema es que se pone demasiado serio, y lo que podría haber sido un buen "shonen deportivo loco" se desaprovecha.

Batman Gotham Knight. Interesantes visiones del Caballero Oscuro. Lo único que me choca es que uno de los Bruce Wayne me parece demasiado bishounen.

Battle Angel Alita. Bueno pero poco, apenas da para conocerlo todo y pum, se terminan las 2 OVAs. Así como se ha hecho una buena película, podría hacerse un pedazo de serie de TV con el manga.

Battle Programmer Shirase. Los segmentos de pwnage uber-1337 h4xxor de Shirase están bien, el problema es que son pocos para lo que la serie promete, y el enorme resto es repetitivo y falto de interés, hasta el punto de que han tenido que aderezarlo con ecchi loli. Y para colmo los "villanos" que más aparecen son dos gordos sin carisma.

Bayonetta: Bloody Fate. Una sarta de fanservice a base de combates vistosos y poses calentonas. Es como una película serie B, buena para matar el tiempo y relajar el cerebro por una hora y media.

Beck. Bien. No “excelente”, sino “bien”, con sus momentos de “muy bien”, y la música es estupenda, por supuesto. Supongo que le gustará más a alguien que esté metido en el mundillo del rock indie.

Berserk. Si la versión animada lleva tal despliegue de "badassery", aún con los recortes, entonces el manga tiene que ser algo extraordinario. De hecho, lo puse en pendientes desde que vi los primeros episodios de la serie.

Berserk: Golden Age. Soberbia, tanto en su trilogía de películas como en la versión "Memorial Edition" de TV.

Berserk (2016-17). No me molesta la animación CGI. Aquí se mantiene la tremenda historia y acción del material original, que por sí mismas ayudan a subsanar cualquier queja de apartado visual.

Binchou-tan. Precioso anime, te deja en un estado de calidez y bienestar que a veces te hace pensar en Studio Ghibli. Rebosa de ternura, curiosidad, “kawaiisa”. Hasta me conmovió en ciertas escenas, a mí que no caigo tan fácil.

Black Lagoon. Dos temporadas y OVAs. La serie que habría hecho Tarantino (o Rockstar). Desde que se le agarra el hilo, se vuelve una gozada.

Blade Runner: Black Lotus. Es una típica historia de venganza, con un "skin" de Blade Runner y una pizca de Alita. Buenas secuencias de pelea, eso sí.

Blade Runner: Blackout 2022. Buen corto, soberbiamente animado y que se ajusta como un guante a las películas. Me habría gustado que durase más.

Blame. Las ONAs de 2003 son incomprensibles si uno no ha leído el manga (como es mi caso). Ya en Prologue al menos se puede advertir un poco mejor lo que está pasando.

Blame (película). Ahora sí estamos hablando de calidad. La historia va in crescendo, la acción es buena y la animación CG no molesta. Espero muy confiado la secuela.

Bokurano. Es como una Evangelion más simple, pero con suficiente carácter propio, y unos giros bastante interesantes.

Bokusatsu Tenshi Dokuro-chan (toda). Es regular y depende mucho del fanservice y gore, pero admito que me sacó sonrisas. No es para todo el mundo.

Bottle Fairy. Chicas diminutas, como Binchou-tan, el mismo buen ambiente, pero tirando más a la comedia que al slice-of-life (y con algunos toques de humor no tan infantil). Sí, divierte.

Bounen no Xamdou. Su trama se va tornando pesada y confusa, tiene varios deja-vus de otros mangas, juegos y animes (no sólo de Nausicaa y Eureka 7), y suele depender de la “Rule of Cool” para resolver situaciones y diálogos, sin embargo en general me parece un anime de notable a sobresaliente. ¿Será por el impecable arte del estudio BONES?

Bubblegum Crisis (OVA). Sus escenas de acción y su banda sonora ochentosa me fueron ganando episodio tras episodio. También son recomendables los Hurricane Live, con sus pinceladas del pasado de las Knight Sabers.

Bubblegum Crash. Los dos primeros episodios le dan a las muchachas poco espacio para lucirse a tope, y el tercero me pareció apresurado y algo WTF. No son malas OVAs, pero no están a nivel, parecen más un especial de reencuentro que una verdadera secuela de Bubblegum Crisis.

Bubblegum Crisis 2040. Al ser un "reboot" de la historia, me acerqué con cautela. Afortunadamente mis dudas se disiparon, ese estilo más noventero le queda de maravilla. Creo que iguala a las OVAs (o quizás anda un poquito por debajo, por culpa del final). Sylia-neesama y Nene-chan = RABU.

Bus Gamer. Típico shonen de peleas, pero extremadamente corto y, lógicamente, con final abierto porque el manga se quedó en un volumen piloto. No sabía que se podían hacer series de anime de sólo 3 episodios.

 

C

Canaan. Tuve expectativas demasiado altas. Con razón al principio me extrañé de que todo estuviera tan desarticulado y ocurriendo "for the lulz", y con unos WTF que claman al cielo. Si me gustó algo, diría que fue la coreografía de las escenas de acción y un poco los tramos finales.

Capeta. El inicio es Hajime no Ippo sobre ruedas (no exagero). Luego se normaliza con los episodios de transición típicos de un shonen deportivo, pero cada vez que volvemos al asfalto a competir en serio, regresan la epicidad y la comedera de uñas. Me gustó el estilo manga de los fondos y el uso de las CGI en las carreras. En conjunto, Capeta es de alta calidad y recomendable sin problemas.

Carnival Phantasm. Tiene secciones regulares y secciones divertidas (que a veces llegan a geniales). Me gustan más las que parodian a Fate/stay night, tal vez por culpa de lo que ya sabemos del anime de Tsukihime.

Casshern (1973). Tiene algunos buenos episodios, pero en general me parece una serie repetitiva, "cheesy" y falta de carisma en comparación con otras de la misma época como Cutey Honey o Mazinger.

Casshern: Robot Hunter. Me ha gustado más que el Casshern setentero, creo que el sabor de los 90s les cae bastante bien a estas OVAs en lo visual y en lo argumental. Me pregunto cómo habría salido una serie de TV con ese mismo “feeling”.

Casshern (película live-action). Visualmente es muy buena, sin embargo se acaba volviendo demasiado larga y pretenciosa, y al final casi lo único que le queda de Casshern son los nombres y las referencias.

Casshern Sins. Un “animazo”. Tremenda atmósfera y enganche, a pesar de que abusa de las situaciones de encuentro / reflexión / pelea, y de que los escenarios son prácticamente el mismo páramo a lo largo de toda la serie. Va muy por delante del Casshern original de 1973, y en mi opinión es su versión definitiva.

El Castillo Ambulante de Howl. El arte es espectacular, como se espera de Ghibli; el argumento empieza bien, pero como a Miyazaki le gusta “jugar” con las películas sobre la marcha, aquí se le ha deshilachado por algún lado al final.

El Castillo de Cagliostro. La menos favorita de don Hayao, para mi gusto. Aventura típica, no he visto las series de Lupin pero me da la impresión de que todos sus episodios son así. La secuencia de la persecución es brutal.

El Castillo en el Cielo Laputa. Es un reciclaje de Conan en un contexto diferente, pero eso en mi opinión no le quita epicidad ni méritos para considerarla el mejor de los “Castillos” de Miyazaki y meterla por lo menos en su top 5.

Cencoroll (1 y 2). Bastante cool (y bastante chuunibyou, para qué negarlo), con toques de estilo Gainax. Esperemos que la tercera no se demore tanto, aunque a mí me gustaría ver ese concepto convertido en una serie.

Chaos Head. Al principio es un buen “mindfuck”. Lástima que pronto degenera en una mezcolanza de shonen del montón, harem, reflexiones a lo Shinji Ikari y chicas mágicas.

Chaos Child. Serie y película-especial. La trama está apretujada y sufre de anticlímax en momentos claves, pero aún así sigue siendo mejor que Chaos Head. Lo que se supone que debe hacer (confundir la cabeza del espectador) lo hace correctamente.

Charlotte. Me la esperaba buena, pero no ASÍ de buena. Sobrepasó mis expectativas con una trama bien manejada, grandes personajes como Tomori y una estupenda segunda mitad. En conjunto me parece superior a Angel Beats.

Chikyuugai Shounen Shoujo. Fiel al estilo de Mitsuo Iso, cautiva con su ingenio, aunque no está al nivel de obra maestra de Dennou Coil. Me pregunto cómo habría quedado en un formato de serie de 13 episodios, con más tiempo para desarrollar personajes y conceptos.

Chobits. Aprobado, y recomendable según qué preferencias. Me habría gustado más con menos relleno (salvando el MMORPG) y la fase final de la trama de Chii mejor distribuída.

Chuukan Kanriroku Tonegawa. No es Kaiji, pero está entretenida. Su peculiar humor encaja sorprendentemente bien con el universo de las obras de Fukumoto.

Chrno Crusade. Algo trillada, pero fue divertida mientras duró.

Clannad / Clannad After Story. Clannad is Life. Si Air es la excelencia y Kanon la magia, Clannad en conjunto es la perfección.

Clannad (película). Lo mismo que con el filme de Air, buen intento pero demasiado resumen. Aquí la pobre Toei es como ese personaje secundario cómico que se la pasa tratando inútilmente de sobrepasar al protagonista (Kyoto Animation).

Claymore. Comenzó soberbia, bajó a buena, se separó del manga y desembocó en un final Disney que me dejó un poco como los Reaction Guys. Aún así, no está mal para un visionado sin compromisos con el manga, y Teresa es Teresa dondequiera que aparezca.

Code-E. La premisa no es mala idea, pero se desaprovecha en un anime aburrido e insípido.

Code Geass. Jibun wo. No soy muy apegado a los mechas, pero la epopeya del Protagonista Canalla de turno captó mi atención. Me mantuve agarrado lo más fuerte que pude a esa montaña rusa que es la trama (no siempre con éxito), sorteando Instant Plot Twists™, rellenos absurdos y memes por montones. Y fanservice, obviamente, pero qué importa, Milly es mi waifu y CC mi “segunda base”.

Code Geass R2. Ya en R2, todo se convirtió en un festival de locuras, le atarugaron más giros argumentales, rellenos y memes a una serie que ya de por sí los tenía al límite. Entonces el final lo arregló todo, justo cuando iba a bajarle la nota. Jibun wo, sin duda.

Code Geass (películas). La primera me parece un buen trabajo de síntesis, pero la segunda y tercera se exceden de recortes y acelerones de trama, y en general sin los memes y chistes internos todo es menos “Code Geass”. En fin, el caso usual de las películas de resumen.

Code Geass: Fukkatsu no Lelouch. Es en esencia un fan-service, pero un fan-service bien hecho. Me vi haciendo ademanes FABULOUS con las manos, y eso significa que la película funciona.

Code Geass: Nunnally in Wonderland. Es como un Picture Drama largo, y tiene cierto aire de "sólo para fans", pero me gustaron unas cuantas referencias hilarantes (y el traje de CC).

Code Geass: Boukoku no Akito. Es un buen trabajo porque mantiene el “feeling“ de Code Geass y luce unos magníficos combates, aunque no es tan impredecible ni troll (ni FABULOUS) como la saga original.

Code Geass: Dakkan no Rozé. Se siente como una réplica condensada de las primeras temporadas de Geass. Entretiene, pero me pregunto cómo habría quedado si le hubiesen dado sus 24 episodios en vez de 12.

Colorful (serie). Episodios cortitos y directos acerca de lo marranos que podemos llegar ser los hombres, y de hecho uno acaba aceptándolo tras ver la serie. Como dicen los españoles, me la pasé teta (nunca mejor dicho). XD

Comic Party. Primera temporada + extras. Sin nada super-especial que destaque, pero de todos modos visible y agradable para el fan común, y recomendable para el que esté metido en el mundo de los doujins.

Comic Party Revolution. Fue un error el quitarle protagonismo al tema de los doujins y convertir la serie en un pseudo-harem regularcito. Y eso, que los diseños de personajes me gustan más que los de la primera.

Conan, el Niño del Futuro. Obra maestra. Lo mejor que se podía hacer en 1978 en su género, punto. ¿Por qué don Hayao no dirigió más series completas?

Cosplay Complex. Fanservice, algo de Mahou Shoujo, 3 episodios... OK, visto. Siguiente.

Cowboy Bebop. Qué no se ha dicho ya de Cowboy Bebop. Qué no se ha dicho.

Cowboy Bebop, la Película. Es un episodio alargado, en el buen sentido de la palabra. La película mantiene la calidad. Además le rompen la blusa a Faye.

Coyote Ragtime Show. Por el título, pensé que iba a ser una especie de Cowboy Bebop Lite... y caí en la trampa. Un poco de Awesomeness al principio, y plaf, se desinfla como un globo y uno empieza a pensar “a quién carajo le importa lo que les pase a estos”.

Cromartie High School. Brutalmente hilarante, 100% recomendable. El contraste entre las situaciones y el estilo gráfico es también un aporte al (ya genial) humor. All hail Moto-Mechazawa.

Cross Game. ¿Cómo se logró recrear esa sensación de las series de nuestra infancia? ¿Esa calidez humana? ¿Ese deseo de atravesar la pantalla y darle un gran abrazo a algunos personajes?... No sé, pero es todo un deleite. Y no, no lo digo por nostalgia (en mi país no se emitió Touch).

Cuentos de Terramar. El caso de esta película es raro. El nivel artístico de Studio Ghibli capta la atención al instante (garantizado), pero deja cabos sueltos y le falta “algo”. Es un filme de Ghibli que no se siente Ghibli.

Cutie Honey (1973). Es como la versión anime del Batman de Adam West: puede lucir anticuada y a veces tonta para nuestros días, pero es salvajemente entretenida, y con cierto encanto de esos que marcan época (y vaya que la marcó). Y hay acción a raudales. Me gusta eso.

(New) Cutie Honey. Se echa en falta la psicodelia setentera, pero definitivamente es la misma Honey entretenida de siempre. Y ahora enseñándolo todo de verdad (bienvenido a las OVAs de los 90).

Cutey Honey F. El paso a shoujo casi no le resta nada, y las sub-tramas le añaden atractivo. Puede que no signifique tanto en el contexto de su época como la original, pero es la versión que más se le parece, y a veces se atreve a superarla.

Cutie Honey (película live-action). Tiene dos o tres combates buenos (en especial el de Black Claw), lástima que el resto sea una lata digna de una fan-movie de cosplayers. Yo opino que Cutie Honey sólo tiene suficiente sentido (y gracia) en 2D, no importa lo buena que esté Eriko Sato.

(Re) Cutie Honey. ¿Ven lo que digo? Honey está hecha para lucirse en 2D. Incluso la historia de la película (que aún no me convence al 100%) es llevada a animación con el feeling y el colorido de la Cutie Honey clásica, y el resultado es más que satisfactorio.

Cutie Honey Universe. Reconozco que está por debajo de Re: y Flash, aunque los combates me han entretenido, y también me gustan los diseños clásicos.

 

D

Dance in the Vampire Bund. No está mal, pero tampoco es lo mejor que ha hecho SHAFT. Lo que no tiene duda es que la dirección de Shinbo lo hace enigmático y extrañamente adictivo. Veamos el manga (cuando pueda).

Danshi Koukousei no Nichijou. No es simplemente "lo mismo pero con varones", sino una genuina experiencia original, con un estilo de humor bastante similar al de Nichijou (lo que le cae de maravilla). Una de esas series que uno lamenta que que no sean más largas.

Darkstalkers Revenge. Cuatro OVAs sobre el universo Night Warriors. Son cool, pero hay que conocer los juegos para tener la experiencia completa.

Death Note. Otro alumno distinguido de la Era de los Protagonistas Canallas y del “According to Keikaku”. Está muy bien, a pesar de los últimos tramos, que por cierto no me los hallo tan desastrosos como algunos opinan. A algún lado debían ir a parar. Por otra parte, no me gustaron los atajos narrativos en los especiales Rewrite.

Dennou Coil. Como dicen por ahí, “la serie que Ghibli habría hecho”. Se merece mucha más atención de la que tuvo. Es uno de esos animes que yo llamo de “boca abierta”, que te mantienen embelesado ante la pantalla, ya sea por el arte, el argumento, la atmósfera, la narrativa, o por el conjunto completo. Todo está entretejido con tanta maestría y perfeccionismo, que hasta los episodios de relleno son inolvidables. El que ande buscando una pausa entre tanto moe, GAR y keikaku doori, que se haga un favor y mire Dennou Coil. El que no, también.

Denpa Teki na Kanojo. Sólida narrativa y dirección, y buen manejo del suspenso. Tiene esa sensación de que estás viendo algo bien hecho.

Densha Otoko (dorama). Tiene una parte de "novela mexicana" que sólo vale la pena por la muchacha, y otra parte geek, sobreactuadísima pero entretenida, con las peripecias del protagonista y su tropa. Se puede ver, aunque advierto que el especial Deluxe es 90% relleno.

Densha Otoko (película). Le hace falta el nerdismo del dorama (y los actores también). No es mala, pero el enfoque más realista le cae como una virtud y un defecto al mismo tiempo.

Desert Punk / Sunabouzu. Buenas escenas de acción, y un humor irreverente que al principio parece raro en el contexto, pero resulta bastante efectivo.

Detroit Metal City. Cuando un anime te obliga a poner el reproductor en pausa para desahogarte de la risa a tu gusto, más de una vez, te das cuenta de que estás ante algo grande. FUCK!!!1!!

Detroit Metal City (película). No le da ni por los tobillos al anime. Se intentan recrear como se pueda algunos momentos de la historia original, pero las ridículas actuaciones y la idea cursi de los "sueños" la sumergen en la mediocridad y falta de gracia.

Los Doce Reinos. Conforme me fui acostumbrando a las leyes y a tanta terminología rara, dejé de sentirme como un turista perdido y aprendí a apreciar la riqueza de este mundo. También es bueno saber que el estudio Pierrot cuando quiere es más o menos capaz de controlar el QUALITY.

Dominion Tank Police / New Dominion Tank Police / Tank SWAT 01. La primera parte es más alocada, la segunda más heroica, y SWAT... como que sí pero no, mejor me quedo con las originales (quizás me habrán chocado las CGI). En conjunto, un Shirow Masamune algo "light", pero de todos modos entretenido.

Dororo to Hyakkimaru (1969). Una serie adelantada a su tiempo, que puede verse cara a cara con las mejores de la actualidad en casi cualquier apartado (salvo en el audiovisual, lógicamente). De hecho, no me explico por qué hubo que esperar 50 años por un remake.

Dororo (2019). Brillante. Desde hace tiempo ansiaba una adaptación moderna de Dororo, y ha superado mis expectativas con una serie que al mismo tiempo respeta la obra original y se actualiza. El anime de 1969 es un hito de su época, y este lo es de la suya.

Doujin Work. Algo así como una versión ultra-lite de Genshiken, sin muchas pretensiones ni originalidad en los diseños, pero que entretiene a su manera. El caso es que tira más al público otaku.

Dragon Half. Dos simpáticas OVAs noventeras de humor tonto que dejan una sonrisa cómplice. Sirven para un buen visionado rápido.

Durarara. Todas las temporadas y OVAs. Aquí las absolutas estrellas son los personajes, incluso por encima del argumento, tal y como en Baccano, su precuela espiritual. Pero en poco tiempo logra un mejor balance, y es un no parar de entretenimiento (aunque la trama sigue siendo enrevesadísima).

 

E

Eden of the East. Serie y películas. No hay duda de que está bien dirigida y el concepto es interesante, aunque preferiría que tuviese un final más redondo.

Eiji. Una OVA de 1990 basada en un poco conocido manga de boxeo. Es una especie de piloto de serie que se quedó a medias, y qué pena, porque de verdad me la hallé entretenida. Su estilo visual me recuerda mucho a GTO (y eso, que le precede por 9 años).

Elemental Gelade. La primera vez que la vi me gustó; la segunda un poco menos, al caer más en cuenta de que era un típico shonen clónico de fantasía. De todos modos, no está mal, se deja ver, y complacerá a los que gustan de animes tipo RPG a lo Orphen. Y las canciones son muy buenas.

Elfen Lied. Primero impacta por el gore y el fanservice, luego se revela una gran historia que da qué pensar. Al final concuerdas en que el gore ha sido necesario.

Emiya-san Chi no Kyou no Gohan. Pues... es Shirou cocinando, y listo. La comida luce bien, no sé qué más decir. XD

Ergo Proxy. No es un anime para verlo distraído ni mientras se hacen otras cosas, bajo riesgo de confundirse. Aún así, lo que tiene de enredado lo tiene de genial.

Escaflowne. Se escribe con E de Epicidad. Con todo y el shoujo, y las narizotas, y la pérdida de enganche al final, y... bueno, OK. Le faltan cosas por algunos lados, pero me gustó.

Escaflowne (película). Más hard y con menos carisma que la serie. Me dejó entretenido pero no impactado.

Eternal Family. Una OVA dividida en microepisodios, sobre una (falsa) familia disfuncional reunida para fines experimentales. Rara rara, y con un estilo llamativo.

Eureka Seven. Todo muy cool, calidad consistente y los episodios finales son "greit", pero no se me quita la sensación de que le falta algo. ¿Que qué?... no lo sé, no puedo explicármelo. Es cosa mía, quizás por mi semi-indiferencia hacia los mechas.

Eureka Seven (película). Primero la vi sin poder evitar influencias y comparaciones con la historia original, y lo único que atiné a decir fue "wat". Luego la repasé tratando de desligarla de la serie, valorizándola por sí sola, y me quedé con la misma respuesta: "wat".

Eureka Seven AO. A partir de algún momento que no logro ubicar, este anime se descarriló y empezó a mutar en un inmenso WTF sin rumbo ni interés, que no da la talla ni como secuela de E7 ni por sí mismo. O quién sabe, quizás estaba descarrilado desde el principio.

Eureka Seven: Hi-Evolution. De estas tres películas lo único que me interesó un poco fue el "recap" en la primera. Lo demás es un intento mediocre e innecesario de hacer una "Rebuild of Eureka", y apenas un poco menos incomprensible que la película del 2009.

Eve no Jikan. Va ganando interés en cada episodio, no es avasallante pero sí bastante curioso. El "final" es muy abierto (ni siquiera la película añade mucho), me pregunto si habrá secuela algún día.

éX-Driver. Seis OVAs, un especial y una película. Esta idea se podía haber pulido y se le habría sacado más jugo en una serie completa, pero no fue aprovechada.

Excel Saga. Humor absurdo en todo su esplendor, además Nabeshin is DA MAN.

 

F

F-Zero: Falcon Densetsu. No es que la trama de F-Zero dé para mucho, pero esto apenas llega a “shonen de sábado en la mañana”. Sólo sobresalen la canción del opening, uno que otro momento de Falcon, y el segmento al final de los previews.

Fantastic Children. Una aventura sci-fi que vale la pena, sus giros de guión son interesantes y el estilo pseudo-Ghibli le sienta muy bien. Me recuerda bastante a Nadia.

Fate/kaleid liner Prisma Illya (serie). Cuatro temporadas. Los combates son lo máximo, y el humor va mejorando cada temporada, aunque a veces se le nota mucho que está basada en un molde genérico de mahou shoujo para otakus (ese fanservice loli...) 

Fate/kaleid liner Prisma Illya (películas). Sekka no Chikai y Licht Namae no Nai Shoujo. Sinceramente me esperaba más. Las peleas son vistosas, sí, pero he leído algo por ahí y estoy de acuerdo: Prisma Illya ha dejado de ser una parodia entretenida para volverse otra Fate más. No sé si esto le conviene a la saga.

Fate/kaleid liner Prisma Illya: Prisma Phantasm. Solo me ha hecho gracia el segmento del “juego del Oni”, el resto de secciones no está a la altura de los Carnival.

Fate/Apocrypha. Me inicié un poco escéptico, pero ha resultado una buena experiencia Fate, con personajes más que dignos y unos combates que van a más.

Fate/Extra: Last Encore. También conocida como “Fatemonogatari”. XD Es visualmente interesante y tiene a una Saber simpática, pero su desarrollo es confuso y el estilo de SHAFT no le pega bien a esta franquicia. Parece cualquier cosa menos Fate.

Fate/stay night. Serie y especiales TV Reproduction. El hype me pasó factura con este anime, me esperaba algo épico y se quedó solo en aprobado. Con todo y todo, nadie le quita sus momentos memorables (encabezados por GARcher).

Fate/stay night: Unlimited Blade Works (película). No sé por qué tantas cosas pasan como en un resumen, o por qué Gilgamesh parece un cantante de J-Pop. Si tengo que elegir, sin duda me quedo con la serie.

Fate/stay night: Unlimited Blade Works (TV). Básicamente es Fate/stay night con mejor calidad técnica y batallas mucho más atractivas (y una Rin más encantadora que nunca). Ya con eso le basta para ser mejor que todo lo que hizo Studio Deen. Por otro lado, los diálogos largos son menos llevaderos que los de Fate/zero.

Fate/stay night: Heaven’s Feel. Tres películas "badass", entretenidas y con la mejor calidad de animación de todo Fate. 

Fate/strange Fake. El especial me recuerda bastante a Fate/zero (y eso es estupendo). Ahora tengo hype por la serie de TV.

Fate/zero. Calidad selecta en todo: historia, personajes, nivel técnico, desarrollo... hasta en los extras. Y aunque esté un poco atestado de diálogos, mantiene en todo momento ese aire de epicidad y de super-producción que en Fate/stay night sólo asomaba a veces.

Fate/Grand Order (especiales). First Order e Initium Iter son buenos preámbulos para el pedazo de serie de Babylonia. Moonlight/Lostroom es un “infodump” y va principalmente dirigido a los que ya conocen el juego de celulares de FGO. Los especiales cómicos también, pero de entre ellos sobresalen los Manga de Wakaru, que son genuinamente divertidos incluso para los que no andamos metidos en el juego.

Fate/Grand Order: Zettai Majuu Sensen Babylonia. La considero la segunda mejor serie de Fate, solo superada por Zero. Sólida, espectacular en los combates (y repleta de fanservice XD), y no se queda ahí, va in crescendo y la recta final es ya el acabóse. 

Fate/Grand Order: Shinsei Entaku Ryouiki Camelot. Dos películas que son un festival de "sakuga" y combates vistosos, algo aceleradas pero siempre entretenidas.

Fate/Grand Order: Shuukyoku Toukiten Kani Jikan Shinden Solomon. Una conclusión satisfactoria para Grand Order, mantiene el nivel a pesar de ser básicamente un "boss rush".

Fate/Grand Order: Fujimaru Ritsuka wa Wakaranai. Se enfoca en chistes internos relativos al juego de celulares de FGO, así que a veces no se entienden bien o parecen tontos (y este problema se incrementa en la segunda temporada). Se destaca el trolleo de la sección de adivinar la silueta. XD

Fate/Grand Carnival. Se centra más en el lore del juego que en el del anime. Tiene su gracia pero está lejos de Carnival Phantasm.

Final Fantasy: The Spirits Within. Aún luce bien con dos décadas a cuestas, lástima que se hace larga y predecible.

Final Fantasy VII: Advent Children. Las luchas acrobáticas pueden llegar a ser entretenidas; del resto, no sé que decir. Y no, no he jugado FF7. Pueden caerme a palos.

FLCL. La he visto 3 veces y aún no la entiendo del todo. XD Pero es hipnótica y se destaca por su originalidad.

FLCL Progressive / Alternative. Primero aceptemos que la FLCL original es demasiado única e imposible de igualar. Dicho esto, no puedo negar que disfruté Progressive, aunque el nuevo elenco tiene menos carisma. Por otro lado, Alternative me pareció simplemente aceptable, parece un slice-of-life dramático donde Haruko es solo una invitada. 

FLCL Grunge / Shoegaze. Sirven como spin-offs para ampliar el trasfondo de FLCL, al igual que Progressive y Alternative. Pero no mucho más de ahí.

Freedom. Grandes los diseños de Otomo, y la historia muy bien desarrollada. Los personajes 3D son al principio un poco "uncanny valley", pero la sensación no es grave y uno se acostumbra rápido. Me parece haber visto varios cameos de más personajes y ambientes de Otomo-sama.

Fruits Basket (2001). Me agradaron las variopintas personalidades y el balance entre drama y humor. Me da la impresión de que la autora es una gran fan de CLAMP.

Fruits Basket (remake). Tres temporadas. La serie original es buena, pero el remake es aún mejor. Por momentos llega a ser casi mágico.

Fruits Basket: Prelude. Me impacta menos que la serie, porque ya sabía lo que pasaría, pero es un bonito colofón a la historia.

Fullmetal Alchemist (1ra. serie). Sólida, altamente disfrutable. En su tiempo ni me enteré de que la historia se apartaba de la del manga.

Fullmetal Alchemist: Conqueror of Shamballa. Opino lo mismo que con la serie, se disfruta. No sé por qué a esta película la atacan tanto, ¿es por el desvío del manga?

Fullmetal Alchemist: Premium Collection. Extras curiosos para el primer anime y película. No es mala idea verlos.

Fullmetal Alchemist: Brotherhood. Después del inicio acelerado, me sentí como en casa y me la pasé de lo mejor. Brotherhood supera de largo a la primera serie, y tiene uno de los tramos finales más awesome que he visto.

Fullmetal Alchemist: Brotherhood (OVAs y 4-komas). Los mini-episodios son dignos del nivel de la serie (sí, incluso el de Izumi). Los 4-komas también, aunque se echa en falta una parodia del encuentro de Sig Curtis y Alex Louis Armstrong.

Fullmetal Alchemist: The Sacred Star of Milos. OK, espectacular y todo, pero eso no le quita el ser un relleno de 2 horas que no alcanza a Brotherhood, y que con un par de cambios podría ser una historia independiente. Y no hallo el por qué de ese dibujo tan inestable, conociendo la fama del estudio BONES.

Full Metal Panic. Lo que engancha, sí señor. Había visto Fumoffu primero y pensé que la original iba a ser seriedad total, pero me doy cuenta de que la acción y el suspenso son parte del combo junto a lo gracioso-romántico, y que en Fumoffu sólo fueron obviados. Lo reitero: qué bien trabajaba Gonzo cuando no estaba en crisis.

Full Metal Panic: Fumoffu. Grandes momentos de humor. Lo sorprendente es que no desentonan tanto con las temporadas "serias".

Full Metal Panic: The Second Raid. Igual de buena que la primera temporada, ahora con más acción/drama y menos humor (quizás compensando por Fumoffu). Kyoani sí que supo relevar a Gonzo. En cuanto a la OVA de Tessa, LOL.

Full Metal Panic: Invisible Victory. Soberbia. Con lo difícil que parecía superar a las previas, va esta gente y se anota la mejor temporada de FMP. Ojalá que esta vez no se tarde tanto en llegar la próxima.

Full Metal Panic (películas). Tres “recaps” de la primera temporada. Es mejor ver la serie, pero las películas no están mal para refrescar la memoria. Siguen siendo igual de entretenidas y awesome.

Fuujin Monogatari. Una de esas joyitas semi-ocultas que me encantan, con una buena banda sonora y personajes que (sorpresa) sí lucen japoneses.

 

G

GA Geijutsuka Art Design Class. Divertida, me ha transportado a mis primeros años universitarios. El protagonismo del elenco está bien balanceado, y al contrario de lo que parece, no es una copia de Hidamari.

Ga-rei Zero. El primer episodio es un OMGWTF, los demás son interesantes e intrigantes. Y después de revisionarla me ha gustado aún más.

Gakuen Utopia Manabi Straight. Como slice/drama es bonita, agradable y bien dirigida. Como comedia es seca, aunque van surgiendo sus momentos conforme avanza (hay que ver ese episodio 7).

gdgd Fairies. Dos temporadas y película. Las apariencias engañan, debajo de ese aspecto 3D low-poly hay una buena serie que sabe aprovechar lo que tiene (incluso sus propias limitaciones) para brindar diversión.

gdMen. No está mal pero le falta el carisma de las Fairies, yo habría preferido una tercera temporada de éstas.

Genocyber. Me entretuve con los primeros capítulos, sumergido en cyberpunk y gore de plastilina noventero. Hasta que llegó el último arco, que parece más un relleno que un final de verdad.

Genshiken. Dos temporadas y OVAs. Recomendado totalmente. No sé si es un reflejo realista del estilo de vida otaku, pero resulta extremadamente creíble a pesar del tono humorístico, y todos los personajes eventualmente acaban cayéndole bien a uno (excepto cierto indeseable que por suerte sale poco). Luego me leí el manga y lo disfruté igual.

Genshiken Nidaime. La OVA es un poquito floja (aunque Sue es amor). La serie, por su parte, sí conserva el espíritu de las temporadas anteriores (con algo menos de brillo), y el episodio 11 es uno de los mejores de todo Genshiken. Espero que siga.

Getsumen To Heiki Miina. No entiendo a estos ejecutivos. El anime ficticio que salía en Densha Otoko tenía su historia completa. Sin embargo, a algún "genio" se le ocurrió desechar el material original, para en cambio adaptarle un argumento que parece rescatado de un cubo de basura. Hay animes tontos que son divertidos, este simplemente es tonto.

Ghiblies / Ghibli ga Ippai especiales. Trabajitos separados y otras cositas interesantísimas de Studio Ghibli, con un denominador común, la calidad. Mención especial a los anuncios de House Foods Curry (impecables), al videoclip On Your Mark, y a una de las historias de Ghiblies que fue animada en dos estilos diferentes.

Ghost Hound. Cumple bastante bien al principio, con un desarrollo lento pero absorbente, hasta que empieza a perder empuje en el último tercio y termina con una sensación inconclusa.

Ghost in the Shell / GitS 2.0. Gran dibujo y escenas de acción, es una obra de arte aunque las partes “tranquilas” me cayeron algo pesadas. El remake es igual, pero con CGI más bonitas y todo lo que era verde ahora es naranja.

Ghost in the Shell 2: Innocence. Siendo el turno de tío Batou, me esperaba algo con más tiros; sin embargo, entre los tramos de acción se asoma una mezcla de noir + mindfuck que le imprime un ritmo peculiar a la película. Es buena y el arte es impresionante, pero la primera me gustó más.

Ghost in the Shell: Stand Alone Complex. "El tiempo vuela cuando te diviertes", ¿no? Pues a mí los 26 episodios se me pasaron como un suspiro. A GitS:SAC se le da un aire a esas grandes series policiales-detectivescas de la tele de ayer y hoy. También la Motoko del anime me gustó mucho más que la de la película; aquí es el GAR femenino personificado, lo que no le impide ser más natural y humana. Motoko pone el "ass" en "badass".

Ghost in the Shell: SAC 2nd GIG. Si la primera temporada es 100% "badass", la segunda anda como por el 120%. Me sentí un poco maniatado, quizás por los diálogos más largos y el ambiente más tenso, pero sin duda aún hay PWNage para dar y tomar. Hasta en el opening.

Ghost in the Shell: Solid State Society. Al seguir la cronología de la serie, en vez de una película SSS aparenta un episodio extendido, o un resumen de lo que habría sido 3rd GIG. No tengo quejas relevantes, es la misma Sección 9 que uno conoce y admira.

Ghost in the Shell Arise. Versiones en películas y TV. Un esfuerzo reconocible, con sus momentos, pero al que le juegan dos cosas en contra: 1) insisten en parecerse a Stand Alone Complex, volviendo todo un deja-vu, y 2) apretujan las tramas ya de por sí intrincadas en películas de una hora o en pares de episodios, lo que las hace incómodas de seguir. No es un mal trabajo, pero deja a uno preguntándose si era realmente necesario.

Ghost in the Shell (2015). Pertenece al universo Arise, así que opino lo mismo: tiene su “algo” con sus momentos y homenajes, pero se siente más enredada de la cuenta.

Ghost in the Shell: SAC_2045. Dos temporadas y película resumen. Al comienzo parece una película gringa de acción, sin embargo desde que se adentra en la trama principal creo que es entre las GitS actuales la que mejor recupera el "feeling" de la Stand Alone Complex original (guardando las distancias).

Giant Robo (OVAs). Reúnen combates "badass", sabor retro, gran calidad de animación y una banda sonora épica. Aunque a veces cuesta un poquito seguir el hilo.

Giant Robo (especiales Gin-Rei). Los dos primeros van en tono de broma con una buena tajada de fanservice. El tercero y último es el mejor, más cercano a lo que son las OVAs.

Giant Robo (TV). Vi la mayoría de episodios en RAW, pero esto es un aburrimiento con y sin subtítulos. Sólo me gustaron los diseños de los mechas. El resto es flojo y mediocremente desarrollado, sin sensación de heroísmo ni de que se esté luchando por algo importante. Hasta el episodio piloto de 4 minutos es mejor que la serie de TV entera.

Ginga: Nagareboshi Gin. Hokuto no Ken con perros. Hasta con “manly tears” y todo.

Ginga: Densetsu Weed. No supera a Gin, y empieza un poco rara, pero conforme pasan los episodios va consolidándose y haciendo sus propios méritos. Si comparo a Gin con Hokuto no Ken, entonces Weed vendría a ser Naruto (sin relleno, por supuesto).

Gokusen. Es una versión más “light” de GTO, pero aún así es bastante entretenida, lástima que se quedó en sólo una temporada. Curiosamente, más que un anime, se siente como un dorama animado.

Golden Boy. Algunos se alejarán por la cantidad de ecchi y humor subido de tono. Para mí, en cambio, fue un gran LOL, de principio a fin. A veces hasta te identificas con Kintaro y todo.

Goldfish Warning (Kingyo Chuuihou). Valió la pena esperar los subs. La serie es diversión pura, simple y directa, que sin embargo no se siente repetitiva. Ojalá la vea más gente, es muy apta para acompañar como postre de animes “serios”. La película, en cambio, es un relleno.

Golgo 13, El Profesional. El “Abuelo del GAR” haciendo lo que sabe hacer. Repetitiva y con dibujo raro a veces, eso sí, pero qué importa, es teh Duke.

Golgo 13, Queen Bee. Más badassery al estilo Golgo, pero sensiblemente inferior a “El Profesional”.

Golgo 13 (serie). Aún intuyendo lo que iba a pasar en cada episodio, aún con las habilidades irreales, los “cheats” y la repetitividad, la serie de Golgo me mantuvo adicto y pegado a la pantalla. Es TEH FUCKING DUKE.

Goshu el Violoncelista. Una película de una hora, dirigida por Isao Takahata en 1982. Muy entretenida, copada de buena música y de lo que más tarde se conocería como el “toque Ghibli”. La recomiendo.

Green Green. La primera OVA es un Facepalm. La posterior serie ya sí es divertidita (y con momentos épicos), si se está consciente de que no hay que buscar más allá del ecchi y de que la historia es una simple excusa.

Grenadier. O “Trigun con pechugas”, como le llaman. Me embobé al principio con las Epic Boobs, pero con todo y fanservice, Rushuna es absolutamente encantadora + awesome, y carga por sí sola con todo el peso de la serie. Ella es un buen personaje en un anime mediocre, y la razón principal (o única) para verlo. Lástima que no se pudo hacer una adaptación fiel al manga, con lo épicos que son los últimos volúmenes.

GTO. Entre mis grandes favoritos. GTO es pura adicción y Awesomeness. Es un anime que te hace sacar el pulgar y decir “FUCK YEAH”. No importa que el dibujo sea chocante al principio, ni que la estructura de los arcos argumentales sea algo repetitiva. GTO es GTO. Onizuka es Onizuka. DEBES verlo. Ojalá que llegue el (glorioso) día en que esta serie sea adaptada completa, fiel al manga y con buen dibujo. Algo de sus precuelas tampoco estaría mal, ¿qué tal toda la historia de un tiro, desde Bad Company hasta el final, incluyendo Shonan 14 Days?... Soñar es gratis.

GTO (dorama 1998). No es el anime, eso está claro, sin embargo en el dorama encontré una adecuada selección de elenco, un nivel de actuación por encima del típico japonés (aunque este Onizuka me cae un poquito payaso), y una sólida interpretación de lo que sería GTO en la vida real, fuera de los parámetros del manga. El especial de hora y media, en cambio, tiene sus momentos pero me parece un relleno.

GTO (película). Le hace mucha falta el elenco original del dorama. Sorimachi hace lo mejor que puede por mantener el sello GTO, pero esto no pasa de relleno, igual que el especial.

Gunbuster. Ah, el anime de los ochentas. El dibujo, la historia, los combates, el detalle de las tecnologías, el GAR femenino, el Gainaxing... todo atrae lo suyo, hasta el eyecatch ochentoso.

Gunbuster 2: Diebuster. La primera impresión es "parodia de la primera Gunbuster con una pizca de FLCL por aquí y por allá", pero de inmediato toma vuelo, gana identidad propia y termina igualando a la original. Gunbuster es la Gainax de Honneamise y Eva, mientras que Diebuster es la Gainax de FLCL y Gurren Lagann. Y ambas funcionan.

Gungrave. Recomendado, uno de los mejores animes basados en juegos que se han hecho. El dibujo se da unos cuantos patinazos, y después del mega-flashback la serie se torna en una secuencia de subjefes, pero la historia, la narrativa y la evolución de los personajes son FUCKING AWESOME con todas las mayúsculas.

Gunslinger Girl. Más que al drama de acción, GSG se inclina al slice-of-life pausado y melancólico, pero estupendamente contado. Tiene mucho mérito lograr que uno se encariñe con asesinas cyborgs.

Gunslinger Girl: Il Teatrino. Anime y 2 OVAs. Puedo dejar pasar el cambio de estudio y de diseños. Lo que no me agrada es que las muchachas pierden bastante protagonismo y caracterización (excepto Triela), y es una pena, podría haber quedado sólo un poco por debajo de la primera temporada, pero ese defecto le hace peso. Las OVAs están bien dirigidas y le recuperan presencia a las muchachas, pero aún no les percibo la "magia". No sé qué pasa, tal vez la primera serie ha influido mucho en mi apreciación.

Gunsmith Cats. Quiero más. Son tres OVAS menos exageradas que su predecesora Riding Bean, pero igual de divertidas y espectaculares. Los que hicieron Noir deberían de haber visto GSC antes de empezar a trabajar.

 

H

Hadashi no Gen. A pesar del diseño de personajes, Hadashi no Gen es más fuerte e impactante que La Tumba de las Luciérnagas. Madhouse hizo un gran trabajo de animación, en especial con la explosión de la bomba, que debe ser una de las escenas más sobrecogedoras en la historia del anime. Lo que no me convence es que el protagonista reacciona prácticamente igual a todo lo que ocurre a su alrededor (sea bueno o malo), con la misma expresión y voz taladrante.

Hadashi no Gen 2. Gen ha crecido tres años y por fin su voz es soportable. La secuela es menos cruda que la primera parte, pero absorbe igual y logra el mismo efecto dramático por medios más sutiles.

Haibane Renmei. No la considero una obra maestra como muchos dicen, pero es una bonita historia que deja con ganas de más. Me apena que no tenga secuela.

Hajime no Ippo. Imprescindible. El mejor anime deportivo de todos los tiempos.

Hajime no Ippo: New Challenger. Dignísima secuela, conforme pasan los episodios va igualando a su predecesora cada vez más. Lo único que me pica es el poco protagonismo de Ippo, y que no haya rastro de la vieja banda sonora.

Hajime no Ippo: Rising. Me pregunté si era justo mantener en tan alta estima otra secuela más de Ippo, pero es que lo merece. Es la misma fórmula que funciona y cautiva. Que venga más.

Hakujaden. Puede que hoy en día se vea demasiado artesanal y arcaica (de hecho, ni siquiera alcanza a las películas animadas gringas de la época), pero tiene su encanto, es entretenida y más que digna para los primeros pasos del anime japonés como industria a gran escala.

Hanada Shounen-shi. Pocos animes consiguen alegrar, entristecer y maravillar al mismo tiempo, como lo hace esta joya.

Hanamaru Youchien. No se confundan, no es Kodomo no Jikan (afortunadamente). Tampoco alcanza a Potemayo o Binchou-tan, pero igualmente quedé maravillado y enternecido con las bebitas. Sospecho que el estudio Gainax ha ocultado aquí un meta-mensaje GAR o post-apocalíptico por algún lado.

Hanamonogatari. Sigue priorizando el estilo sobre la sustancia, pero sin duda corresponde al lado bueno de la franquicia Monogatari, y la mezcla de historia y fanservice está bien cuidada.

Hataraki Man. Buen seinen, con una gran protagonista y situaciones que a pesar de su realismo no dejan de ser entretenidas. Si uno lleva sus añitos trabajando, es fácil que le parezca familiar uno que otro personaje.

Hidamari Sketch. Cuatro temporadas y todos los especiales. Hidamari es como el cálido hogar a donde uno regresa después de un largo día de trabajo. Aquí la gran estrella es la dirección de Akiyuki Shinbo (se nota que disfruta dirigir este anime), con un estilo visual que le cae como anillo al dedo, y por supuesto, Yunocchi y compañía que son un encanto. El único defecto que hallo es que la tercera temporada se me antoja más pasiva y "normal" de lo que me gustaría que fuese. Por cierto, Hidamari es la segunda serie que me ha hecho reír desde antes de haberla visto. La primera fue Azumanga.

Higepiyo. Un “wannabe” de Doraemon graciosillo con sus momentos, pero no tanto, porque el pollito es menos GAR de lo que aparenta. Aunque me ataca la risa cada vez que recuerdo que el pollito es Edward Elric y el vendedor es Kyon.

Higurashi no Naku Koro ni / Higurashi Kai. Muy buenas (aunque tanta paranoia a veces me abrumó un poco). Creo que no hay que ser tan duros con Studio Deen.

Higurashi no Naku Koro ni Rei. Más extra y menos Higurashi. Me dejó un sabor agridulce: por un lado, me sentí feliz de volver a visitar Hinamizawa y ver la pandilla; por el otro, ¿dónde están el suspenso y los delirios? ¿Qué fue de esa sensación de peligro inminente? La OVA se compone de dos rellenos LOLwut y un arco principal donde las señas de identidad de la serie escasean, con mucha charla y pocos momentos de genuina tensión (aunque la escena de la silla está hecha de WIN).

Higurashi no Naku Koro ni Kira. El primer episodio parece escrito por un troll de 4chan (y lo peor es que es autoría del propio Ryukishi07). Afortunadamente el humo tóxico se despeja, y las OVAs se van poniendo más potables, hasta llegar a la cuarta y última que me parece la mejor (y una sentida "despedida" a la saga).

Higurashi no Naku Koro ni Kaku: Outbreak. Un extraño relleno de cosas poco conexas ocurriendo porque sí. Al final de la OVA me sentí como si no hubiera visto nada, aunque la nostalgia me hace perdonarla un poco.

Higurashi no Naku Koro ni Gou / Higurashi Sotsu. Me equivoqué al creer que no le quedaba más que dar a la franquicia Higurashi. Sí le queda, y bueno. Y esto parece que va a seguir.

Hikaru no Go. Cuando un shonen competitivo está bien desarrollado de pies a cabeza (en especial su ritmo y su evolución de personajes), lo pueden hacer hasta de un juego de mesa que uno no entienda, y seguirá siendo grande.

Himouto! Umaru-chan. Dos temporadas, OVAs y especiales. No es la típica serie clónica de temporada, aquí hay buen humor a un ritmo consistente de principio a fin (excepto quizás en la segunda OVA).

Hinata no Aoshigure. Una historia común, pero contada de manera absolutamente preciosa. Es como una película de Studio Ghibli condensada en poco más de un cuarto de hora.

Hitoribocchi no Marumaru Seikatsu. Me sentía escéptico por los diseños, pero ha resultado ser una buena adaptación (y puerta de entrada al manga). Quiero ver más temporadas.

Hokuto no Ken (1). La cosa más MANLY que haya parido jamás la mente de un japonés. Ahora sí puedo decir que soy un hombre.

Hokuto no Ken (2). Kenshiro sigue siendo Kenshiro y el GAR sigue alto, de eso no hay duda. A pesar de que la secuela no iguala el carisma de la serie original, y abundan los personajes semi-clones y los flashbacks para justificarlos. Más que una secuela, se siente como una extensión de la serie por popularidad de su predecesora.

Hokuto no Ken (película). Otra víctima del problema de bregar con la historia para apretujarla en menos de dos horas. Esta película sólo supera a la serie en el dibujo, en la cantidad de gore y en que sale Kenshiro con barba. El resto me decepcionó.

(Shin) Hokuto no Ken. Una extensión/secuela de la segunda serie, con buenos combates y más gore (y T&A), pero cuya historia parece ir a menos en cada episodio. Y hay algunos WTF argumentales muy poco creíbles.

Hokuto no Ken: Shin Kyuuseishu Densetsu. Tres películas y dos OVAs. Como ya tal vez lo sabrán, soy alérgico a que alteren las historias de las series en su paso al celuloide. Sin embargo, revivir esos combates y momentazos con animación actual no tiene precio, y desde esa perspectiva me gustan. Excepto la última (la leyenda de Kenshiro) que inicia con un par de escenas awesome pero le da paso a un enorme resto de relleno.

Hokuto no Ken Raoh Gaiden: Ten no Haoh. Raoh es Raoh (al igual que Kenshiro es Kenshiro) y hay que dejarle que se luzca. Quizás por eso percibo que aquí los secundarios le roban demasiado tiempo al verdadero protagonista. Aún así el conjunto lo veo aceptable, ¿será por los cameos?

(DD) Hokuto no Ken. Hay dos series: la de 2011 de episodios cortos, y la de 2013 de duración normal. En global las considero al mismo nivel, aunque me encuentro la de 2011 más consistente mientras que la de 2013 va subiendo de mediocre a buena.

(DD) Hokuto no Ken 2: Ichigo Aji. Por un lado me la hallo mejor que la de 2013, tiene algunos buenos gags y referencias, pero por el otro me enerva la saturación de momentos “tsukkomi” prácticamente en cada escena, y el segmento final de cada episodio con Souther no me causa gracia.

Honey and Clover (I y II). Qué manera tan natural de entremezclar buen drama, buena comedia y buen slice-of-life. Y qué tremendos personajes. Y qué gran banda sonora.

Hoshi no Koe. ¿De verdad Makoto Shinkai hizo esto solo? Pues sí que dio a entender que habría que seguirlo de cerca (como lo ha demostrado).

Hoshi wo Ou Kodomo. Una copia descarada de los filmes de Miyazaki, eso sí, se lo perdono porque es visualmente preciosa y estupendamente dirigida (lo esperado de Makoto Shinkai).

Hunter x Hunter. Serie original y 3 tandas de OVAs. Un estandarte del buen Shonen. No aburre, siempre hay algo interesante que seguir, y en las OVAs mejora aún más (la historia, no tanto la animación). Así que continuemos con el manga, y hay que reconocer al autor por no sucumbir al relleno, aunque se demore 12 años más en terminarlo.

Hunter x Hunter (remake). El Shonen Inteligente™. Awesome. Iguala a la serie original en la parte remakeada, y la sobrepasa definitivamente a partir de la saga de las Hormigas Quimera. Esta serie la van a maratonear en el futuro como un clásico.

Hunter x Hunter: Phantom Rouge. Me esperaba una historia sobre el pasado de Kurapika y la masacre de su clan por el Ryodan, que daba grandes expectativas habiendo leído el especial del manga. En cambio, lo que me encontré fue la típica y tópica película de relleno shonen hecha para contentar a algunos fans por un rato (lo que definitivamente no es HxH).

Hunter x Hunter: The Last Mission. Vale, sé que esto en realidad no es Hunter x Hunter sino un shonen mediocre cualquiera, y que como no es canon no hay que tomárselo tan a pecho. Pero después de haber visto un arco como el de las Hormigas Quimera, esta película parece un chiste. Sólo vale la pena para ver a Leorio y Kurapika después de tanto tiempo de ausencia en la serie.

Hyakko. Al principio luce promisoria con su humor peculiar, pero casi de inmediato trata de ponerse demasiado "normal" y slice-of-life, y se vuelve tremendamente monótona.

 

I

I"s Pure / From I"s. Me agradaron mucho (Pure en especial) y también tengo pendiente el manga. Iori-chan = RABU.

Ichigo 100%. El mismo harem ecchi de siempre, un poco tonto y con dibujo normalucho (ni siquiera parece que es de Madhouse). Lo curioso es que no es aburrido, a pesar de sus peros. Y las OVAs son graciosas y enseñan más carne que la serie.

Ichigo Mashimaro. Anime, OVA y Encore. Muy divertida (el moe me da igual), y reconozco que Miu es la que aviva las situaciones aunque sea una mocosa insoportable. Además, esta serie sirve de gran entrenamiento para futuros padres. XD

Inferno Cop. What the fuck is this AWESOME shit.

Initial D: First Stage. Como diría un hater de videojuegos cualquiera: "qué mierda de gráficos". XD Suerte que la adrenalina de las carreras y la interacción entre los personajes compensan de largo las CGI feas.

Initial D: Second Stage. Mi pequeño escepticismo inicial (por el retoque de diseños) se disipó casi de inmediato. La esencia se mantiene, y qué bueno que los gráficos 3D son mejorcitos.

Initial D: Third Stage. Es la misma Initial D que uno admira (brutal la carrera del MR2), pero también se nota bastante que este universo funciona mejor separado en episodios que apretujado en película.

Initial D: Fourth Stage. Mucha carrera y poco slice of life, antes había más balance (y lo extraño) pero aún quedan emociones. Takumi y Keisuke son como una mezcla de Ash (porque les llueven retadores) y Naruto (porque todos pierden contentos).

Initial D: Fifth Stage. Sólo una de las carreras mantiene el nivel de los Stages anteriores. Las demás se parecen todas entre sí, porque insisten en interrumpirlas con retahilas de explicaciones cojas que casi no tienen que ver nada con técnicas de conducción o con la propia carrera.

Initial D: Final Stage. Otra vez el palabrerío entremezclado en la carrera final. Aún así, es más pasable que el quinto Stage. Parece que el autor se cansó de dibujar el manga y le dio un final rápido.

Initial D: Extra Stage 1. Una carrera más o menos OK en el primer segmento, y el resto es shoujo y autoayuda femenina. Quiero mi saga princi... ¡oh, boobies!

Initial D: Extra Stage 2. Ahora que salen Takumi y compañía, este Extra me recuerda a los episodios de las primeras temporadas (y eso es bueno). El Sileighty azul me sigue pareciendo un carro feo.

Initial D: Battle Stage (1 y 2). No hay mucho que decir de unos recopilatorios. Del primero sólo faltó la primera vez que Takumi corrió en el Hachi-Go de Itsuki. Del segundo, así como agradezco las dos carreras inéditas, me disgustan los inexplicables cortes hechos a la batalla final.

Initial D: Legend. Es como ver de nuevo el primer Stage, y casi con la misma fascinación. Lo malo es que no hay el más mínimo rastro de Eurobeat en ninguna de las tres películas.

 

J

Jigoku Shoujo. Aunque es una serie repetitiva y hay "villanos" con convicciones malignas demasiado irreales, el arco de Hajime/Tsugumi está ahí para garantizar un toque de frescura en cada episodio. Esa trama paralela a los "monstruos de la semana", y los cabos sueltos por atar, son las cosas que me han mantenido interesado.

Jigoku Shoujo: Futakomori. Para mí ni sube ni baja respecto a la primera temporada. Ahora los casos son algo más dramáticos y variados, a veces con un extraño humor, pero hay un poco de QUALITY y el arco argumental del muchacho pudieron haberlo distribuido (como el de Hajime y Tsugumi) en vez de amontonarlo todo al final.

Jigoku Shoujo: Mitsuganae. La tercera temporada empieza medio tambaleante y con los fantasmas de la auto-parodia y el humor WTF aún flotando por ahí, suerte que luego se encarrila, se reengancha con unos buenos casos y finaliza sólida. No sé si aún queda jugo por exprimirle a la saga, pero si Studio Deen sigue con una cuarta serie o con OVAs, ahí estaré.

Jigoku Shoujo: Yoi no Togi. Los 6 episodios nuevos no me desagradan, creo que se mantienen a flote. Pero si hubo que rellenar media emisión con repeticiones de temporadas anteriores, obviamente a esta serie no le queda más para dar.

Jojo's Bizarre Adventure: Phantom Blood. Por años estuve interesado en ver esta película "perdida". Entonces hallé un par de trailers y un extracto de 16 minutos sin voces, me di cuenta de lo pobre de la animación, y adiós interés.

Jojo's Bizarre Adventure (OVAs). Los 30 minutos de cada episodio se me parecían 15. Hay quien dice "bueno, bonito y barato", yo de Jojo digo "Bueno, Badass y Bizarro".

Jojo's Bizarre Adventure (TV). Seis partes hasta ahora. A lo "Bueno, Badass y Bizarro" arriba dicho, añádase "FABULOUS".

Jungle de Ikou. La primera reacción es un LOL de risa tonta, en parte gracias a esa sensación nostálgica que da el anime de los 90. Luego recuerdas que se trata de una niña de 10 años que se transforma haciendo un baile erótico que la lleva al orgasmo, y el LOL cambia a lolwut.

Jungle wa Itsumo Hale nochi Guu. Una buena muestra de humor WTF con sus momentos dignos de recordar (aunque Excel Saga me gustó más). Hay veces que llegas a simpatizar por el pobre Hale.

Jungle wa Itsumo Hale nochi Guu Deluxe. La misma locura que en la serie de TV, no tengo mayores quejas.

Jungle wa Itsumo Hale nochi Guu Final. Decepcionante, excepto el episodio del RPG.

 

K

K-ON. No puedo negar que me divertí, y que el dibujo a lo Kannagi (manos y pies pequeños) le sienta muy bien, pero comprendo la decepción de los fans de Kyoani cuando la serie se volvió puro “moe moe kyun” y no salió de ahí.

K-ON (2da. temporada). Me da la impresión de que iba a tener 12-14 episodios y fue diluida en 27 para aprovechar el tirón comercial. Si no fuera por eso, estaría al nivel de la primera (aún tiene sus momentos). Pero en fin, es la gallina de los huevos moe.

K-ON (película). Es como un episodio de la segunda temporada alargado. Me pregunto si Kyoto Animation seguirá ordeñando esta franquicia.

Kaginado. Dos temporadas. Pinceladas de nostalgia con los personajes de Key, y algunos momentos divertidos… pero el humor suele ponerse tibio, y en general toda esta parodia debió haber salido como 5 años antes.

Kaguya-hime no Monogatari. Visualmente es una obra de arte. El último gran regalo de don Isao Takahata al mundo de la animación.

Kaiba. Quien se eche para atrás por los muñecos, no sabe lo que se pierde. Es un anime hecho con inteligencia y madurez, y su universo es sorprendentemente cohesivo. De hecho, creo que habría impactado menos con un diseño realista.

Kaiji. Mira Kaiji AHORA. Las dos temporadas. Kaiji es la vida. Kaiji es la condición humana. Kaiji es un puñetazo sobre la mesa. Kaiji es MANLY TEARS. Kaiji es ZAWA ZAWA. Kaiji es GAR. Kaiji es moe.

Kamichu. Adorable e imaginativa. Una de esas series que se acercan al "feeling" de las películas de Ghibli.

Kannagi. Me llevé una gran sorpresa con Nagi-sama. Me esperaba el típico harem con pizcas dramáticas, y lo que encontré fue un señor anime de humor con momentos de drama bien llevados. También me gustó el estilo de dibujo de animación fluida y manos/pies pequeños, le da un aspecto particular. A ver si ocurre un milagro y se anuncia una segunda temporada.

Kanojo to Kanojo no Neko. OVA y serie. Corta pero bonita. Otra buena muestra de la habilidad de Makoto Shinkai de despertar sentimientos.

Kanon (Toei). Yo defiendo la serie original de Kanon. Acepto que el diseño de personajes sea extraño y que la versión de Kyoto Animation la opaque brutalmente... pero Kanon 2002 se deja disfrutar y se merece un espaldarazo (incluso la música me gusta tanto como la de Kyoani).

Kanon (Kyoto Animation). Virtualmente perfecta. Imprescindible, tanto si te gusta el género como si no, y muy superior a la de Toei, sin discusión alguna (aunque no es que la de Toei sea mala, es que la de Kyoani es imposiblemente buena). Kanon 2006 es magia.

Kara no Kyoukai. 8 películas + recuento y extras-epílogos. Intensas, absorbentes, magistralmente animadas y dirigidas. Mis favoritas son la tercera, la séptima y la quinta.

Karas. Es como el Gurren-Lagann de los animes de superhéroes: un concepto ya muy conocido, pero renovado y elevado a la enésima potencia en epicidad y vistosidad. Aunque en este caso hay más "eye candy" que argumento.

Kare Kano. Me gustan la historia y los personajes. Lo que no entiendo es esa constante necesidad de declarar "¡hey, somos Gainax, somos diferentes!". A veces funciona y tiene gracia, pero el resto del tiempo es un obstáculo. ¿Y por qué tanto recuento?

Karigurashi no Arrietty. Me agrada que una historia en apariencia simple pueda ser tan natural, realista y cautivadora. Parece que el futuro de Ghibli está en buenas manos.

Katanagatari. Repleta de diálogo, pero con un estilo, ritmo y desarrollo de lo mejor, que hace que no parezcan 50 minutos por episodio.

Kaze Tachinu. Una despedida por todo lo alto para don Hayao, haciendo lo que sabe hacer, cine animado con calidad y alma. El único punto cuestionable es la monótona voz de Hideaki Anno como el protagonista.

Kemono no Souja Erin. También conocida como "Super Heidi". Una historia rebosante de calidez y heroísmo, de disfrute lento y que deja más que satisfecho.

Kemonozume. Cada episodio es más raro y más awesome que el anterior. Ciertamente Masaaki Yuasa es un director único.

Kenichi, el Discípulo Más Fuerte. Anime y OVAs. Pura esencia shonen de la mejor calidad. Y boobies.

Kick-Heart. El resultado de ver "Nacho Libre" con un chuchazo de yerba. Que viva Kickstarter.

Kimi ga Nozomu Eien. Tiene alma de telenovela, pero de qué novelaza, y engancha bastante. Como sé que está basado en un videojuego erótico, no pude evitar imaginarme escenas con todas las chicas que aparecieron…

Kimi ga Nozomu Eien: Next Season. ¿Esto realmente lo sacaron de uno de los finales de la historia original? Porque parece un relleno. Ni suma ni resta nada.

Kimi no Na wa. La consagración y el pináculo de Makoto Shinkai. Recurre a sus temas usuales, pero los hilvana de una forma tan exquisita que no queda más remedio que quitarse el sombrero. Por fin comprendo su nominación al Oscar.

Kimitachi wa Dou Ikiru ka / The Boy and the Heron. Me parece un poco como una versión auto-biográfica del Viaje de Chihiro, con los mismos temas y personajes miyazakianos, y la acostumbrada calidad e imaginación. Es como si don Hayao nunca hubiera tomado una pausa de una década.

Kino no Tabi. Serie, dos películas cortas y un extra, y qué rápido se acaban. Cada viaje es como un sueño, una fábula sobre el ser humano. No encuentro otra palabra para definirlo que no sea "Arte".

Kino no Tabi: The Animated Series. Aunque no me impactó como la original, el exquisito gusto se mantiene como siempre, y ahora con el añadido de las historias de los demás viajeros.

Kishibe Rohan wa Ugokanai. La cuarta OVA es la mejor y la más "Jojo". El resto son aceptables y poco más.

Kizumonogatari. A mi juicio es el punto más alto de la saga Monogatari. Lo mismo que vemos en las mejores temporadas del anime, pero con un extra de animación e intensidad.

Kodomo no Jikan (serie y primera OVA). La he visto por curiosidad tras tanta polémica, y entre faenas escolares y loli-fanservice, la evalúo como normal/aprobada. En fin, creo que la controversia no ha sido para tanto, por lo menos con el anime.

Kodomo no Jikan Nigakki / OVA Natsujikan. Las OVAs me las encuentro mejores que la serie, y al igual que ésta, tampoco me han parecido tan fuertes como para poner el grito en el cielo. Bueno... quizás un poquito en la última.

Kokuriko-zaka kara. Ahora sí Goro Miyazaki la ha clavado con el clásico toque costumbrista de Ghibli. Todo lleva tanta calidez y naturalidad que los minutos pasan como un suspiro.

Kotonoha no Niwa. Este es el Makoto Shinkai que quiero ver. Después del "clon miyazakiano" de Hoshi wo Ou Kodomo, ha recuperado su estilo contando una historia agradable y algo menos melancólica de lo que acostumbra. Recomiendo verla junto a su corto "Dareka no Manazashi".

Koutetsushin Jeeg. Tiene sus buenos combates, aunque es básicamente un ataque a la nostalgia de quienes vimos el primer Jeeg (El Vengador) en nuestra infancia. A otros quizás les signifique menos.

Koyomimonogatari. A pesar de que tiene un par de episodios pesados, está a la altura de las mejores temporadas de la franquicia.

Kud Wafter. El inicio es puro Little Busters, sin embargo la trama se acelera por la falta de tiempo. Habría quedado mejor como una mini-serie de más OVAs, o con la duración normal de una película.

Kujibiki Unbalance. Las OVAs me gustaron más que la serie de TV. Si hubiesen dado el paso adelante, y extendido esas OVAs originales a una super-parodia de 26 episodios, repleta de tópicos (igual a la que ven los muchachos de Genshiken), habría resultado un experimento muy interesante y quizás de gran popularidad. A la versión anime de 13 episodios, como que nah, se le cambió demasiado.

Kurau Phantom Memory. Me hacía falta un buen sleeper como Kurau, capaz de demostrarme que un anime de influencias cyberpunk no necesariamente tiene que depender de divagaciones existencialistas para ser satisfactorio (a pesar de los cabos sueltos).

Kure-nai. Serie y 2 OVAs. Un poquito diferente de lo que esperaba, pero inteligente y bien compuesta, y con una Murasaki-chan que crece en el corazón del espectador con cada episodio. De hecho, mi interés lo acaparó más el slice-of-life que los asuntos serios.

Kurenai Sanshiro. Lo recordaba como “Sam, el Rey del Judo” en mi niñez, y ahora por fin lo veo completo. Es como una película añeja de kung-fu: simplón y cliché, pero al mismo tiempo entrañable y con algunas buenas luchas. También sirve como documento histórico de esos primeros años artesanales del anime televisivo.

Kurozuka. Una serie de acción intrigante y curiosa de ver, a veces con extraños momentos de ¿humor?, pero llamativa por el arte de Madhouse. No la octava maravilla, empero.

Kyo no Go no Ni (OVA). La predecesora de la clase de Chiaki en Minami-ke, del mismo autor, con el mismo humor, las mismas “Bible Black Faces”, las mismas personalidades, pero con ecchi y con otros nombres. Se mantiene entretenida y fácil de ver gracias al formato de mini-historias, aunque esto de ecchi con niñas de 11 años como que...

Kyo no Go no Ni ( / OVA Treasure Chest). Prácticamente lo mismo que la OVA original, pero al deshacerse del ecchi se convierte en un típico anime escolar. También los personajes ahora tienen diseños más simples y aniñados, y se multiplica la cantidad de “Bible Black Faces”. No hay mucho problema con esos cambios, aunque prefiero el diseño de personajes de las primeras OVAs.

Kyouran Kazoku Nikki. Prepárate para leer los subtítulos más rápidos de la historia. XD Kyouka-sama y su “familia” alocada son una sólida opción humorística (y a veces dramática), a pesar de sus asuntos pendientes al final.

 

L

Last Exile. Ya entiendo por qué este anime tiene algunas opiniones divididas. Su desarrollo es lento, los protagonistas son algo cortos de carisma y hay cosas sin explicación que requieren buscar en Google; sin embargo, no me sentí aburrido. Me gustó el logrado universo steampunk (o dieselpunk, o como se llame), la música, los fondos y las CGI de los "aviones raros", que muy pocas veces se ven fuera de sitio. Last Exile tiene sus defectos, pero está bien producido y en general cumple.

Last Exile: Ginyoku no Fam. Serie y película resumen. El mismo universo, ahora con un 500% más de moe. A grandes rasgos no está mal, y conserva las buenas batallas de su predecesor, sin embargo parece un calco, y representa menos de lo que fue el primer LE en su tiempo.

The Law of Ueki. A pesar de ser el típico shonen con historia previsible y dibujo ordinario, este anime me mantuvo curioso con la variedad de poderes locos de los personajes. Después se fue “cualquierizando” más y la novedad de los poderes se diluyó, pero en fin, para su género no está mal. Cuidado con los spoilers brutales en los OP/ED.

Legend of Crystania. Película y OVAs. La secuela-spinoff de Record of Lodoss War, más oscura que ésta, con un par de cabos sueltos pero igual de interesante.

Legend of Galactic Heroes. Serie principal, películas y Gaiden. Ciertamente se palpa la calidad, tiene uno de los universos más completos que se hayan llevado a animación y un elenco de personajazos (y FABULOUS por si fuera poco), sin embargo esa misma riqueza hace que a ratos todo se vuelva demasiado denso y pausado. Es un hito irrepetible, pero no lo veo como “el mejor anime de todos los tiempos”. Los palos de uno en uno, por favor.

Legend of Galactic Heroes: Die Neue These. Algo más abreviada que la original y sin la música clásica, pero con la misma excelencia narrativa y combates más claros de seguir. Es una opción perfecta para el que le dé flojera ver todas las OVAs. Hasta ahora, tras 4 temporadas, Gekitotsu me parece la mejor, con una soberbia batalla final.

Little Busters. Primera temporada, Refrain y EX. Es algo así como Clannad Lite, con melodrama más disperso, humor más común, y niveles peligrosos de moe. Seguro que Kyoto Animation lo habría adaptado mejor, pero creo que JC Staff ha hecho un buen trabajo, y los pataleos de los Kyoanitards son exageraciones.

Little Witch Academia. OVAs y serie. Esto es algo más que "Harry Potter moe", es una experiencia divertida, imaginativa y exquisitamente animada. Y tiene el sello de aprobación de la hija de mi prma (la misma que veía Panda Kopanda).

Lord El-Melloi II-sei no Jikenbo. Buen spinoff de Fate, un poco lioso en las marañas de deducciones, pero satisfactorio y entretenido.

Lost Universe. A pesar de la inestable animación, me ha entretenido y enganchado. No me parece tan “Slayers en el espacio” como la describen, sino un poco más como una Cowboy Bebop en clave de fantasía/humor (guardando la enorme distancia, obviamente).

Lovely Complex. Es la típica serie romántica, pero va adquiriendo su sabor propio y reuniendo sus buenos momentos (y de paso es más realista de lo que parece). Nunca me sentí cansado de las discusionies de la pareja protagonista. Buena señal.

Lucky Star. Serie y OVA. El fenómeno social que me hizo amar a las tsunderes. Una buena definición sería la de Azumanga Daioh para otakus (y es mejor de lo que suena), lástima que ciertos personajes secundarios son introducidos muy tarde y no te familiarizas con ellos como en AzuDai.

 

M

Magia Record. Tres temporadas. Esto no es Madoka, sino más bien una serie normal de chicas mágicas con un “skin” de Madoka. Después va aumentando el "sakuga" y las invitadas especiales, y todo se vuelve más enrevesado de la cuenta (muy vistoso, eso sí).

Magic Knight Rayearth. Lo que más me ha gustado de CLAMP. Con todo y sus clichés de shoujo, es un anime entretenido, que vibra con la magia de los 90 y en pocas palabras "cae bien". SPOILER: Sang Yung gigante FTW.

(Magic Knight) Rayearth OVA. Funciona. Me aproximé a esta reinterpretación con algunas dudas, que se disiparon cuando vi sus buenos combates. El final deja ciertas interrogantes, empero.

Maido Urayasu Tekkin Kazoku. No está a la altura de su predecesora. A veces se le asoman pinceladas de la locura awesome de la original, pero no es lo mismo, le siguen haciendo falta bastantes cosas. Quizás sea por lo corto de los episodios.

La Maison en Petits Cubes. No es un "flechazo" de drama, pero es un trabajo bonito, muy imaginativo y con alma.

Manie Manie: Meikyuu Monogatari. Tres cortos copados de calidad y absolutamente hipnóticos.

Master Keaton. Serie y OVA. Lo que se espera de la adaptación de un trabajo de Urasawa. Historias inteligentes que hacen que uno se "integre" al caso, casi sin darse cuenta. Es el poder del seinen.

Memories. Caviar cortesía de Otomo-sama. La animación es exquisita, el desarrollo de cada historia va como un reloj suizo, y las secuencias (en especial las del último corto) son geniales.

Metropolis. No hay discusión, está bien hecha e interesante, y la ciudad rebosa de vida.

Mezzo DSA. Aceptable en trama y acción, eso sí, visualmente a veces se da unos patinazos de QUALITY que para qué contar.

MF Ghost. Dos temporadas hasta ahora. Drift. Eurobeat. Angels. Engrish. NO PUROBUREMU. Es bueno volver a ver algo del universo Initial D (aunque Kanata disfruta del poder del plot tanto como Takumi).

Mi Vecino Totoro + Mei y el Gatobús. Un respiro de aire de campiña. Totoro es una película para dejar por un rato nuestros prejuicios de adultos, sentarse a verla y disfrutar. Eso es lo que la hace grande, y lo que hace a don Hayao un genio.

Michiko to Hatchin. Maravilhoso, absolutamente recomendável. Michiko é a femme fatale para as massas, e Hana é uma gracinha, com todo e sua voz como uma adulta, apesar de que a voz pode ser uma forma de indicar que é mais sensata do que a mãe dela em alguns aspectos. A arte ea animação são excelentes (com sua paleta tropical), a música é soberba, eo argumento de "road movie” é conduzido a um bom ritmo, em um Brasil decadente, idealizado, que traz lembranças do episódio “Mushroom Samba" de Cowboy Bebop. Na verdade, Watanabe-sama está lá na equipe de produção, não é de admirar que ele tenha infectado o seu "mágico" para a série.

Midori no Hibi. Una serie romántica simpaticona y curiosilla. No me desagrada, pero como dicen que el manga es mejor, se queda en normalita.

Milennium Actress. Me gustó mucho, por la estética logradísima de las épocas/películas y el gran desarrollo de la historia con la narrativa entremezclada.

Mimi wo Sumaseba. Cotidianidad, emotividad y buen “feeling” al estilo Ghibli. De esas películas que te dejan con una cara de :-) por un buen par de horas.

Minami-ke. Tremendo sleeper. Como dije algún día, “Ichigo Mashimaro con adolescentes”, y algo más, como los demás compañeros y el meme de las “Bible Black Faces”. Es un anime divertidísimo, con dibujo impecable y alto valor de revisionado (y Haruka-neesama is amazing). Hasta me atrevo a recomendarlo junto a Lucky Star o Azumanga.

Minami-ke Okawari. ¿Por qué cambiaron de estudio de animación? Okawari es inferior a la primera temporada en todo: dibujo, estructura argumental, humor, hasta las canciones... y para colmo le meten fanservice. Con todo, de alguna manera se las arreglan para no entrar en el terreno del EPIC FAIL, y uno acaba hasta medio acostumbrándose.

Minami-ke Okaeri / OVA Betsubara. Buena recuperación. Los de Asread corrigieron diseños, retomaron la esencia de la Minami-ke original de Studio Daume, regresaron a las canciones happy-happy (aunque copy-pasteadas), y ahora la serie y la OVA se sienten más o menos como “la primera temporada con el dibujo de la segunda”. Ya sí podemos decir que son buenas, no un slice-of-life más, como lo era Okawari. Eso sí, la primera Minami-ke jamás será igualada.

Minami-ke Tadaima / OVAs Omatase y Natsuyasumi. Mientras estas dos OVAs son un poco monótonas, Tadaima es la mejor secuela de la serie. Sólo me inquieta que Haruka está algo desaprovechada, pero el resto es Minami-ke en estado puro y toca todos los botones correctos (incluyendo los chibis y los "homenajes" a las temporadas anteriores).

Mind Game. Lo que se espera de los trabajos de Masaaki Yuasa: un despliegue de creatividad y agilidad narrativa, virtudes que incluso salvan el día cuando las cosas parecen desacelerar.

Mirai no Mirai. Me encanta cómo Mamoru Hosoda maneja los temas familiares y la psicología de los niños pequeños. Mientras más adulto sea uno, más entrañable se va a encontrar esta película.

Mis Vecinos los Yamada. La menos favorecida entre las películas de Isao Takahata. El humor familiar me gusta y tiene sus momentos, pero en algún punto se tornó lenta. Creo que Takahata manejó mejor la cotidianidad en Omoide Poro Poro.

Mission-E. Nada especial, todo del montón. Aunque los añadidos de acción y un poco más de historia la hacen definitivamente más visionable que su predecesora (la desabrida Code-E).

Mitsuboshi Colors. Sólida diversión, aunque no me llega tanto como el manga (tal vez porque ya tenía casi toda la serie spoileada) XD Se merece otra temporada cuando haya suficiente material para adaptar.

Mitsudomoe. Dos temporadas. Mejor de lo que esperaba. Las situaciones dan un poco de grima en ciertos momentos, pero sin duda está repleta de LOL.

Miyakawa-ke no Kuufuku. No está mal para verla completa de un tirón, aunque se nota bastante su naturaleza monotemática, y la expectativa de "wow, spinoff de Lucky Star" se queda en dos o tres cameos. Su duración es suficiente para lo que da el material original, ni más ni menos.

Miyuki-chan in Wonderland. Dos OVAs que descargué un día para llenar espacio en un DVD. Más allá del ecchi-yuri, el resto me dejó indiferente. No sabía que era de CLAMP, ni tampoco sé por qué estoy poniendo esto aquí. XD

Mizu no Kotoba. Mucho diálogo dinámico y buena caracterización apretujados en 9 minutos. Es tan curioso de ver como su secuela espiritual (Eve no Jikan).

Mizugumo Monmon. Un corto de Miyazaki para el museo de Ghibli. Aún a través de un camrip mal enfocado, rebosa de gracia y naturalidad.

Mnemosyne. Tiene como un encanto de serie B que hace tolerar sus defectos. También le ayuda la duración de los episodios (y lo otro más obvio).

Monogatari Series: Second Season. Se balancea entre arcos buenos y arcos aburridos, sumando un conjunto irregular. De todos modos, anima a ver lo que sigue.

Monogatari Series: Off-Season & Monster Season. ¿Ven, que esto no se quedaba así? Está variada e interesante, y mantiene lo mejor de la esencia Monogatari.

Monster. Clase aparte. Perfecto para enseñárselo a gente que no ve anime.

Moonlight Mile. La primera parte tiene sus puntos interesantes, pero me es imposible identificarme con los protagonistas y sus aires de macho alfa hollywoodense (no es lo mismo manliness que machismo). La segunda temporada acertadamente cede más relevancia a las situaciones, e incluso veo bastantes coincidencias con Planetes (que no parecen coincidencias).

Mouryou no Hako. Estoy seguro de que hay una buena historia, sólo que es sumamente difícil de seguir. Cada vez que todo parece empezar a encajar, se atraviesa un seminario de teología/mitología oriental con más diálogo que un juicio.

Moyashimon. Me ha encantado. Es tan divertido como educativo, y me habría gustado que fuera más largo. El clon de Zoidberg se roba el show.

Moyashimon Returns. Al principio se siente un poco insípida y hace falta más presencia de "Zoidberg", pero episodio a episodio la serie se va consolidando y finaliza al mismo nivel, o casi, que la primera temporada. Quiero más.

Murder Princess. No me convence. La acción genérica y los WTF dispersos tampoco ayudan.

Musashi Gundoh. Sólo vi cinco episodios, pero nunca antes un anime me había dejado maravillado por lo malo que es. Se ha dicho mucho de Musashi, todo cierto: el dibujo, la animación y la mezcla de sonido son un horror de nivel sub-amateur (hasta el punto de que uno se pregunta si es a propósito), la mayoría de los personajes son insufribles, el argumento está plagado de tonterías y sólo a veces se asoma una ínfima posibilidad de un giro interesante. Pero ahí estaba yo, embelesado, con la boca abierta (no miento), inmerso en el paraíso del "so bad it's good" y hasta sintiéndome un poco culpable por disfrutarlo. Musashi Gundoh y Transformers Masterforce son lo peor que he visto en anime, pero a diferencia de Masterforce, Musashi tiene magia.

Mushishi. Todas las temporadas, especiales y película. Una verdadera experiencia, altamente creativa y con un gran protagonista. Acompañar a Ginko en sus jornadas, en esos escenarios tan relajantes, es como estar dentro de un documental, cámara en mano (y siendo muy buen camarógrafo). Sólo me dejan dudas el segundo especial y la película, que sin dejar de ser buenos podrían haber sido episodios normales sin los alargamientos.

 

N

Nadia: El Secreto de la Piedra Azul. Aventuraza con todas las letras. Si no fuera por los episodios de relleno de la isla, le robaría muchos caramelos a Evangelion como el mejor trabajo televisivo de Hideaki Anno. Muy buenos "omakes" también.

Nadia (película). La primera parte es un recuento chapucero. El resto es un anexo pobremente dibujado, muy poco coherente respecto al final de la serie, y que al fin y al cabo provoca indiferencia.

Nagato Yuki-chan no Shoushitsu. Es Haruhi convertido en Slice of Life romántico, más una pizca de Haruhi-chan... y eso es bueno. A veces hasta se atreve a igualarse a la serie original (sí, en esa parte).

Nana. Pensamiento Femenino 101. Despierta la diva chismosa que hay en ti.

Naruto. La dejé en pleno combate de Lee contra Gaara (ep. 49), y de Shippuuden sólo vi el primer episodio. Me parecía buena como iba, pero en esos tiempos no estaba muy metido en eso, y ahí quedó. No sé cómo evolucionó ni pienso retomarla, no me gustan los shonens interminables.

Nasu: Andalucia no Natsu. ¡¡¡VENGA PEPE!!! Por momentos me hallé "pedaleando" contra el suelo, queriendo ayudarle en los sprints. XD

Nasu 2: Suitcase no Wataridori. Anda algo por debajo de la primera. Nasu 2 mete más ciclismo y menos conflicto emocional, y es algo más caricaturesca que su predecesora (cosas que en mi opinión le restan sustancia), pero tampoco está mal. La carrera sigue siendo entretenida y el dibujo y la integración 2D-3D siguen siendo impecables. Ahora, hay un par de WTFs y personajes inexplicables que...

Nausicaa del Valle del Viento. El mejor personaje de Miyazaki, en la película que engendró al Studio Ghibli. No hay más que decir, es otra de las imprescindibles. Y léanse el manga, por Dios, que esa muchacha es un Crowning Moment of Awesome viviente. Cuánto daría por ver una serie basada en ese manga.

Neko no Ongaeshi. Está bien, se puede recomendar sin temor, pero anda algo descafeinada en comparación con otras producciones de Ghibli. ¿O será porque la protagonista no tiene la cara de “clon de Lana”?

Nekomonogatari Kuro. Bien. Después de mi leve decepción con Nisemonogatari, es bueno ver recuperado el peculiar ritmo de esta saga.

Neon Genesis Evangelion. Serie, Death/Rebirth y The End. Una inmensa fumada, pero una fumada muy bien hecha. Se nota la grandeza, el mimo y lo influyente que es, aunque no la elevo al Olimpo de la perfección intocable como hacen muchos fans (quizás porque la vi muy tarde). Las Rebuild las he separado en su propia review.

Nichijou. Anime y OVA. He aquí el verdadero sucesor espiritual de Azumanga. Es algo irregular, a veces se pone demasiado raro para ser gracioso (o demasiado habitual, paradójicamente), pero en otros segmentos hace gala de la más absoluta genialidad. A estas alturas, hacer un slice-of-life capaz de sorprender es un verdadero mérito.

Nicky la Aprendiz de Bruja / Kiki's Delivery Service. Agradable y vivaz. Se siente como una Totoro para preadolescentes.

Ninja Scroll (película). No tengo quejas, Ninja Scroll da en el clavo cuando hay que dar. Qué bien cae una historia de ninjas y samurais que no se siente reciclada.

Ninja Scroll (TV). La serie la vi antes que la película. Tiene un argumento más “al estilo de la TV”, o sea, menos impactante, y con un Jubei más contenido. No está mal, el asunto es que no es la película.

Ninja Slayer. Está claro que aquí han tratado de repetir la fórmula de Inferno Cop, con resultados aceptables pero no estelares. De todos modos, en poco tiempo uno le agarra el chiste y se entretiene.

Nisemonogatari. Es como Bakemonogatari, pero con más fanservice y menos sustancia, por culpa de la pesadez del primer arco argumental. Luego se recupera algo de "feeling" en el segundo arco, pero ya es muy tarde y no la rescata del "aceptable".

Nodame Cantabile. Tres temporadas y extras. Música sublime, grandes personajes, ritmo preciso y humor/slice-of-life en su punto. Y eso, que no tengo buenos recuerdos de la escuela de música en mi niñez.

Noein. Los temas de dimensiones y el espacio-tiempo, y las luchas, etc. son la parte interesante (y la que toma protagonismo hacia el final). El resto de mezcla de slice-of-life me dejó como a medias.

Nogizaka Haruka no Himitsu. Típica comedia romántica, que resulta divertidilla y agradable por su elenco y por el factor otaku (y quizás también por los "ojos de smiley" de Haruka). Pero... ¿qué es esta sensación de deja-vu con el diseño de los personajes?

Nogizaka Haruka no Himitsu: Purezza. Caramba, cuánto fanservice. XD Pero es del bueno, y no debilita los apartados que ya favorecieron a la primera temporada. Me quedé esperando más presencia de Haruka y más nerdismo, sin embargo.

Nogizaka Haruka no Himitsu: Finale. Igual que la segunda temporada: fanservice por un tubo, situaciones típicas, pero por alguna razón me cae bien.

Noir. ¿Cómo se podría haber rescatado este anime? Concentrando la historia en menos episodios, haciendo escenas de acción con calidad y variedad, poniendo más sangre (esto es de asesinas a sueldo, caramba), eliminando las toneladas de QUALITY y secuencias recicladas, y no contratando a Ali Project para el OP. “Y poniendo más yuri”, se oye al fondo del salón.

Now and Then, Here and There. Diferente y muy bien contada, hay que ver cómo esta serie logra contagiar de incertidumbre, rabia, esperanza, y lo que podríamos llamar heroísmo. Más que una serie, se siente como una película dividida en episodios.

Nurse Witch Komugi-chan Majikarte / Majikarte Z. Spinoffs de The Soultaker en plan mahou shoujo / parodia. Me sacaron un par de buenas carcajadas, pero poco más.

Nurse Witch Komugi-chan R. No tiene nada que ver con las OVAs (ni siquiera es la misma Komugi), pero esencialmente es lo mismo: una parodia del género de chicas mágicas, cuya gracia está en los clichés y las innumerables referencias (en especial a Tatsunoko).

 

O

Occultic Nine. Un rompecabezas que se desarrolla a toda velocidad, pero que satisface cuando (casi) todas las piezas van encajando. Se siente como un collage de Durarara, Paranoia Agent y la franquicia Monogatari.

Oh Edo Rocket. Qué gran aprovechamiento del elenco, y qué gran capacidad para alternar ágilmente entre seriedad y humor. Entre los progresos argumentales y las locuras y ocurrencias, no hay lugar para el aburrimiento en este anime.

Omoide no Marnie. Una historia bonita y melancólica. La manera de explicar las cosas al final me pareció un poco apresurada, pero no es un defecto grave.

Omoide Poro Poro. ¿Qué será lo que tienen las películas “costumbristas” de Ghibli, que hipnotizan tanto? ¿Será por lo natural que se siente todo? A pesar de que ésta tiene sus dos o tres tramos patosos.

One: Kagayaku Kisetsu e. El 95% del tiempo no tuve ni idea de lo que estaba pasando, ni casi pude distinguir entre los personajes. Parece que esta gente asumió que los espectadores ya habrían jugado a la novela visual. Por cierto, esa novela es de quienes fundaron Key, así que la culpa aquí tiene que ser de los que la adaptaron.

One Outs. Baseball + According to Keikaku + la gente de Kaiji/Akagi = WIN, y habría sido EPIC WIN a nivel de Kaiji si no fuera por ciertos detalles, como algunas libertades tomadas con el deporte, situaciones que a veces salen demasiado bien, y el humor tonto de los payasos de la banca. Pero es magnífica, y si el manga sigue, quisiera ver otra temporada.

Ookami Kodomo no Ame to Yuki. Encantadora película, repleta de sentimientos. No había disfrutado de un drama familiar tan exquisito desde las Clannad.

Ookiku Furikabutte. Dos temporadas (mejor dicho, una temporada partida en dos). Shinji Ikari jugando béisbol. XD Oofuri es excelente, aunque admito que llega a ser muy “Gayseball” (LOL) como le llaman, y que tiene un protagonista que en la vida real sería un imán de bullying. Lo que me gusta es que no sigue el mismo camino que esos otros animes deportivos con superpoderes y niños prodigios. Oofuri es estrategia, tensión, deporte en conjunto. Si te gusta el béisbol, te convertirás en un fan del equipo Nishiura; si no te gusta, lo comprenderás mejor y hasta puede que se gane tu respeto. Hay una escena del primer opening donde sale Mihashi (el protagonista) con una bola de arroz rodeado de sus compañeros, poniendo una expresión de “hey, de verdad que estoy en un equipo”; esa escena es un resumen perfecto de lo que se siente con este anime.

Orphen (1998). Aventura competente y sólida, por argumento y desarrollo de personajes. Orphen es un héroe común pero bien planteado, y los secundarios son útiles y evolucionan correctamente (menos los enanos insoportables). Hasta las canciones son bastante pegadizas.

Orphen Revenge. ¿Qué es esto? Humor idiota, Orphen abusón, QUALITY, más enanos repelentes... parece un Orphen de otra dimensión, o más bien lo que habría sido el relleno de la primera temporada. La historia de la chica salva la serie un poco (reitero, UN POCO) y hay más combates, pero casi todos iguales. ¿Y qué carajo tiene que ver una “espada de luz” con ese circuito/pintura abstracta que sale cada vez que Orphen la invoca?

Orphen: Hagure Tabi. Cuatro temporadas. ¿Y este ritmo tan acelerado? ¿Y este desarrollo tan meh? ¿Y estos "infodumps" que llegan a cansar? ¿Y esta mezcla fallida de drama y humor? ¿Y este bajo presupuesto? ¿De verdad esto es más fiel a las novelas que la serie original?

Oruchuban Ebichu. Primera impresión: LOL. Segunda impresión: ROFLMAO. Tercera impresión: ROFLCOPTERSKATESBBQ.

Osu! Karate-bu. GAR de la vieja escuela con un poco de humor tonto y algún tema muy serio. No están mal estas OVAs, pero como ya he visto bastante en el subgénero, me las encuentro predecibles. La mejor es la última.

Otaku no Video. No sé si los de Gainax las idearon como OVAs o como parodias documentales, pero sí estoy casi seguro de que se habían planteado como meta sobrepasar todos los niveles nerds de su época. Son muy curiosas y dignas de un buen visionado, aunque prefiero el “approach” más realista de Genshiken.

Ouran High School Host Club. Auxilio. Veo pétalos de rosas rojas deletreando "FABULOUS" por todos lados, mientras respiro aromas de melocotón y fresa y oigo música clásica de fondo. ¿La serie? Ah, sí, divertidísima.

Outlaw Star. Está en algún lugar entre Cowboy Bebop y Slayers, y eso significa magia noventera. Además tiene una de las mejores catgirls de la historia del anime.

Over Drive. No soporto al protagonista. Lo quieren hacer pasar por gracioso, y en cambio lo que resulta es idiota. Suerte que en la segunda mitad va cediendo protagonismo, y la carrera como que se pone interesante.

Owarimonogatari. La primera temporada es de las Monogataris que me han gustado, especialmente por los momentos con Ougi y con Suruga. De la segunda parte, como se inclina hacia los diálogos extensos, sólo me ha entretenido de verdad el episodio final.

 

P

Pale Cocoon. OVA con argumento interesante y ambientación hipnótica. Una de esas joyitas sueltas que hay que ver y recomendar.

Panda Kopanda. Película dividida en dos partes. Un entretenido vistazo a la época inicial de la dupla Miyazaki-Takahata, donde se aprecian los orígenes de algunas ideas que luego se verían en Totoro y Ponyo. Por cierto, me quedé sorprendido al ver a la hija de una de mis primas (que en ese entonces tenía 2 años) completamente hipnotizada frente a la pantalla. En serio, era un instante digno de ver. Es impresionante el poder de atracción que ejercen los filmes del dúo fundador de Ghibli sobre los niños.

Pani Poni Dash. Es como Sayonara Zetsubou Sensei versión moe. Tiene grandes personajes y momentos, aunque con frecuencia cruza la línea donde lo random deja de ser hilarante para ser simplemente random. La OVA me gustó más, quizás por que entendí más referencias.

Panty & Stocking with Garterbelt. No me parece tan ofensivo como lo venden. El humor sexual-escatológico no está puesto ahí para escandalizar, sino para hacer una "Gainaxada" absolutamente divertida.

Paprika. Me gustó la temática cibernética, el personaje de la protagonista y el increíble detalle de las secuencias del “desfile”. El final es medio WTF.

Paranoia Agent. Si hay una palabra para describir esta serie, es "única". Primero se asemeja a una FLCL más seria, pero de inmediato se labra su propio camino de originalidad y maestría. Qué duro golpe fue la pérdida de Satoshi Kon. PA es como uno de sus filmes (con todo lo positivo que conlleva), pero separado en 13 actos (también con todo lo positivo que conlleva).

Parasite Dolls. Conserva muy bien el aire cyberpunk-noir de AD Police (su universo matriz), sin embargo sufre de unas cuantas cosas que no me convencen, como algunos ritmos narrativos extraños, o ciertos momentos WTF poco explicables. Me quedo con las OVAs originales de ADP.

Patlabor (OVA). Comedia que se toma en serio, bien dirigida y bastante entretenida. El estilo es casi paralelo al de Dominion, a quien le haya gustado una seguro que disfrutará la otra.

Patlabor (películas). La primera es magnífica e incluso mejor que las OVAs. Por otro lado, la segunda es buena y la WXIII aceptable, aunque ambas a su manera, porque de Patlabor apenas tienen el nombre y los personajes.

Patlabor (TV y New Files). Sólida y consistente de principio a fin, al mismo nivel de calidad que las primeras OVAs. Los casos son comunes pero variados (muy buen arco del Griffon) y ni hablar del pedazo de plantel de personajes.

Patlabor: MiniPato. Se hicieron tres episodios cortos como extras graciosos para la tercera película, y sin embargo me parecen mejores que ésta.

Patlabor: Reboot. Me gusta cómo se mantiene el espíritu de la serie casi intacto. Ojalá que el proyecto de Patlabor EZY sea como este corto (si es que sale algún día).

Perfect Blue. Hay algo peculiar con este filme. Es un tira y afloja constante entre realidad y ficción donde casi se garantiza que el espectador se pierda; y sin embargo, toda esa mezcla no me impidió disfrutarlo a plenitud, aún permaneciendo algo confundido hasta que llegó el desenlace. Incluso podría decir que me divertí con las paranoias.

Pet Shop of Horrors. Esta serie de cuatro OVAs tiene más suspenso que horror propiamente dicho, pero lo cierto es que no deja indiferente, ya sea por las historias, las “mascotas” o el enigmático protagonista. Se me hizo corta.

Phantom (OVA). Se acaba muy pronto, justo cuando se va poniendo interesante. Pero sirve como buen calentamiento para el anime de TV.

Phantom: Requiem for the Phantom. Es como Noir, pero bien hecho. Aún no puedo creer que me haya gustado un anime de Koichi Mashimo, a pesar de sus vicios propios del estudio Bee Train, y un par de WTF relativos a edades y crecimientos.

Ping Pong: The Animation. Esto es calidad. Masaaki Yuasa logra en 11 episodios lo que a otros animes deportivos les toma decenas. El desarrollo de personajes, el ritmo de los partidos y el uso de las viñetas es estupendo.

The Place Promised in Our Early Days. Habría quedado aún mejor con unos minutos menos (o quizás ajustada a la duración estándar de una OVA), pero aquí lo importante es que se va notando, casi de forma palpable, el crecimiento artístico y narrativo de Makoto Shinkai en cada película nueva que realiza. Dio a entender que sus próximos proyecto serían pura calidad, y lo son.

Planetarian. Yumemi-chan no para de hablar, pero uno llega a encariñarse con ella. Y la película (a pesar del reciclaje) y la OVA precuela sirven como buenos complementos.

Planetes. Un pedazo de anime. A pesar de las diferencias con el manga (que también recomiendo), Planetes es inteligente, bien planteado, con excelentes personajes, absorbente como pocos, y entra de cabeza en la categoría de Animes de Boca Abierta.

Plastic Nee-san. No sé qué me pasó con esta cosa. Sólo sé que estuve atrapado por media hora en un torbellino de humor frenético y surrealista, y antes de darme cuenta le había puesto un 8 en MyAnimeList.

Pluto. Naoki Urasawa magistral como siempre en sus historias. Aunque creo que habría sido una serie aún mejor dividida en episodios normales en vez de 8 largos.

Pompoko. Por ser de Ghibli y de Takahata, a uno le quisiera gustar más, pero es una película “normal”. Comienza OK, luego se hace larga y desciende a común.

Ponyo en el Acantilado. No puedo evitar hablar o escribir de Ponyo con una sonrisa de oreja a oreja. Una preciosidad de película, mi segunda favorita de Ghibli y Miyazaki, después de Chihiro. ¿Han leído arriba cómo la hija de mi prima se quedó embobada con Panda Kopanda? Ojalá la hubieran visto ahora, reaccionando a las tareas de Sousuke y su madre en el hogar. Pura vida en el dibujo, pura ternura y decisión en los personajes, puro Miyazaki en la dirección. Qué importa que se queden un par de detalles sin aparente explicación o desenlace, Ponyo es una obra maestra y una estupenda mata-depresiones. De visionado obligatorio.

Pop Team Epic. Dos temporadas. Unas veces divertidísimo, otras veces incomprensible, pero nunca aburrido. Y además incluye la leyenda de Hellshake Yano.

Porco Rosso. Aún me pregunto por qué razón se convirtió en cerdo. Aparte de esa incógnita, Porco es muy entretenida. El ritmo de la trama no se atasca, y los últimos minutos son grandes.

Potemayo. Me he visto el anime y los extras con un smiley Awesome dibujado en mi cara. El humor es épico (algo así como Azumanga Daioh con salsa Tabasco), todos los personajes están bien aprovechados, y el moe no le resta puntos a la serie; al contrario, la hace aún más genial. Y Guchuko debería tener su propia OVA.

La Princesa Mononoke. Con su epicidad le basta para elevarse al tercer puesto de mis favoritas de don Hayao (detrás de Chihiro y Ponyo, y con Totoro pisándole los talones). Ese efecto épico se acentúa si se mira en solitario, sin estorbos.

Princess Nine. Un shoujo deportivo con muchos tópicos, dibujo inconsistente y banda sonora repetitiva, pero de desarrollo ágil y con un "no sé qué" que me ha entretenido bastante. ¿Habrá sido Izumi?

Princess Tutu. Es una agradable sorpresa ver cómo algo tan shoujo puede llegar a ponerse tan awesome. Va directo a mi cava de Mahou Shoujos selectos junto con Rayearth y Madoka.

Project A-ko. En las dos primeras películas me pegué a la pantalla de principio a fin, y quedé entretenido y satisfecho. En la tercera y cuarta se colaron tonterías romanticonas y se perdió la mayoría de la gracia.

(Project) A-ko: The Versus. El cambio de "setting" me mantuvo un poco escéptico, pero no puedo negar que funciona.

Puella Magi Madoka Magica. Serie y 3 películas. "Meduka... RABU!"

Puni Puni Poemi. Excel Saga con más perico (en el buen sentido de la palabra), y lo bueno, si es breve, es dos veces bueno. Como es un desquicie y todo vale, aquí las soluciones rápidas haladas por los pelos funcionan.

 

R

Rahxephon. Serie y película. Es como Evangelion, pero mucho menos entretenida y con el factor pretencioso-snob activado al tope de principio a fin.

Rainbow: Nisha Rokubou no Shichinin. Un poco idealista y forzado en el drama, sí, pero es un auténtico desfile de Manly Tears, capaz de provocar emociones de todo tipo, y recomendable al 100%. Que viva el seinen, carajo.

Re:Creators. Contiene toneladas de diálogo, pero no me ha parecido aburrido, sino necesario para dar suficiente coherencia a una historia de personajes de ficción entrando al mundo real. El protagonismo no es de la acción, sino de la labor de los "creadores". Lo he visto desde ese ángulo, y me ha gustado.

Rebuild of Evangelion. Cuatro películas. La primera vez que empecé a verlas me causaron extrañeza. La segunda vez aprendí a aceptar que esta no es la Evangelion “real” y mi opinión mejoró un poco. De todas formas, no las cambio por la Eva original.

Rec. Romance, diversión, personajes simpáticos y brevedad. Rec es un anime perfecto para verlo de un tiro en una tarde de domingo.

Record of Lodoss War (OVA). Es un poco genérica, pero igualmente entretenida y con momentos "badass". Además tiene a Deedlit, la mejor waifu elfa en la historia del anime.

Record of Lodoss War (TV). En general se mantiene al mismo nivel que las OVAs, y Spark y compañía casi llegan a igualar el carisma del elenco original.

The Red Turtle. Un poco extraña la alegoría que maneja, pero sin duda es absorbente e imprescindible para el fan del buen cine de animación. Se merece por derecho propio los reconocimientos que ha recibido.

Redline. Me imagino al staff de Madhouse encerrado en un salón, viendo todas las películas y/o juegos de velocidad futurista que pudiesen hallar, y después aplicando lo visto y haciendo una amalgama espectacular de adrenalina y estilo. Yo pido secuela.

Rewrite. Al principio parece una adaptación genérica de Key, luego se vuelve Evangelion. XD Se acelera la historia al final, pero está bien.

Rideback. Gran dibujo (aunque hay CGIs que no se integran bien) y una protagonista que cae agradable. De hecho, me interesé más en seguir su historia y la de sus amigos que en fijarme en el resto de los trasfondos bélicos. A veces llegué a pensar igual que ella: “dejemos todo eso de los militares y echemos unas carreras”.

Riding Bean. De culto. Acción a lo Hollywood, condimentada con locuras de alto calibre y buena calidad de animación. Me pregunto cómo habría quedado Riding Bean en formato de serie si esta OVA piloto hubiese prosperado, aunque comprendo que tanta espectacularidad habría salido muy cara de producir. Y por supuesto, me refiero a la OVA original, no al decepcionante corto que salió en 2021.

Ristorante Paradiso. Repleta de clase. Nicoletta y su Host Club de cincuentones con gafas le caerán de maravilla a quien busque historias maduras, cálidas y entretenidas (y con algo de chismoteo). Me inclino a pensar que las CGI raras de los escenarios son un asunto de estilo.

Robot Carnival. Buen compendio de cortos que abarcan desde el drama y lo experimental hasta el GAR y el humor (hay dos o tres de ellos que parecen hasta pilotos de series). No obstante, Manie Manie me gustó más.

Robotics Notes. Una interesante visión del subgénero "Real Robot". Uno se va sintiendo parte del progreso de la historia incluso cuando uno que otro hecho parece demasiado conveniente o requiere buscar explicación en Google. Esta serie es como la hermana menor de Steins Gate.

Roujin Z. No es lo mejor que ha salido de la cabeza de Otomo; aún así es un filme bastante ágil y divertido.

Royal Space Force: The Wings of Honneamise. Un cuento épico de pioneros del espacio, en un mundo creíble y detallado. Qué magnífica forma de plantar bandera para GAINAX.

Rozen Maiden. Las series y OVAs originales son simpáticas y con la duración justa para no hacerse cansonas, y la de 2013 se mantiene bien aunque se resiente un poco al final. Veamos si una nueva temporada "revivida" le da a la historia una conclusión más redonda, desu.

Rune Soldier / Mahou Senshi Louie. Básicamente es Slayers protagonizada por Johnny Bravo. También me recuerda bastante a Those who Hunt Elves, y por supuesto todas esas comparaciones son para bien. No me puedo creer que esto tenga parte en el mismo universo de Lodoss. XD

 

S

Saikano. Tremendo drama. Fenomenal y lacrimógeno a partes iguales, y lo peor es que así como deprime engancha. A las personas muy sensibles les recomiendo poner a Ponyo o Totoro después de finalizar la serie, para ajustar la depresión a límites aguantables.

Saint Seiya: la Leyenda del Santuario. Los Caballeros del Zodiaco + Power Rangers + Michael Bay. Está bien para avivar un poco la nostalgia de la adolescencia.

Sakigake Otokojuku. Serie y película (la animada, no la de live-action). Una extraña pero entretenida combinación de humor tonto y espíritu MANLY. Por instantes rivaliza en epicidad con los grandes shonens.

Salaryman Kintaro. Una mezcla de "manly guys doing manly things" (a veces rozando el machismo) con un ambiente de guerra corporativa que le da cierto "feeling" de dorama. El resultado es una especie curiosa de GTO para treintañeros y cuarentones.

Samurai 7. Mantiene el "flow" de las series buenas y adictivas, por lo menos hasta el final de la primera gran batalla. Después baja un poco, pero el conjunto final es más que sobresaliente.

Samurai Champloo. Viene del creador de Cowboy Bebop, y por supuesto, no decepciona; Champloo hereda bastante del encanto de la serie de Spike y compañía (sin igualarla, claro está). En pocas palabras, es un anime sencillamente “cool”. Sus momentos y episodios memorables son de lo más variados, y los anacronismos y las excentricidades le suman estilo.

Sanzoku no Musume Ronja. Sólida. La voz de la protagonista cansa un poco y el desarrollo es lento, pero cuando quiere le brota esa “magia” de Ghibli con momentos épicos y/o agradables. El uso de CGI, sorpresivamente, me molestó muy poco.

Sayonara Zetsubou Sensei. 3 temporadas y 2 sets de OVAs. GREAT. Nunca faltan ideas para que Itoshiki Nozomu y sus alumnos repartan crítica social y Zetsubou a los 4 vientos con ese anime tan genial como bizarro. Lo único malo es que soy un espectador quisquilloso, y he llegado a durar hasta dos horas viendo un episodio, por no querer perderme los textos del fondo. XD

School Days. Anime y OVAs. Me van a criticar por decir esto, pero a mí School Days no me pareció tan horrible. De acuerdo, tiene argumento de juego malo de hentai (Captain Obvious al rescate) y un protagonista absolutamente imbécil, pero yo me interesé por saber en qué iba a desembocar todo (el Nice Boat y todo eso). Las OVAs por su parte sí que son una cura, especialmente la de Kokoro-chan.

School Rumble. Dos temporadas y sus OVAs. Humor siempre efectivo, romance y drama que no desentonan, y personajes memorables. Ingredientes de un clásico, de esos que se extrañan cuando se terminan (ah... y Eri-chan es amor). No me explico por qué no se animó completa la 3ra. temporada.

Scramble Wars. Un extra de Bubblegum Crisis y otros trabajos del estudio Artmic en forma de parodia. Ni más ni menos de lo que es. Su visionado es opcional, aunque las referencias (las que pude captar) son graciosas, y la Sylia loca no tiene precio.

Scrapped Princess. Empieza tibia y con una protagonista cuya indiferencia a veces me colma los nervios. Sin embargo se va consolidando, y reconozco que es una historia bien desarrollada.

Seirei no Moribito. Me llevé un OWNED con esta serie, cuando la menosprecié creyendo que me iba a aburrir pero resultó ser un Anime de Boca Abierta. La jornada de GARwoman y MOEboy es un hito de excelencia. Su argumento no pierde interés ni baja el ritmo, ni siquiera con los rellenos, y el dibujo y la animación llevan tanto cuidado y detalle que el resultado es prácticamente de película. Y Balsa-neesama es awesome.

Sekkou Boys. Cada día me convenzo más de que los japoneses pueden hacer algo gracioso a partir de cualquier cosa. XD

Sensei no Ojikan: Doki Doki School Hours. Anime y OVAs. Tiene su gracia, sobre todo por la "protagonista", pero también es una serie repetitiva y genérica (hasta para su época). El que vea el estilo artístico y piense que va a hallar algo como Azumanga, que no se ilusione mucho.

Serial Experiments Lain. Pocas veces he visto una ambientación tan hipnótica. Lain se siente como un sueño raro, que resulta satisfactorio se entienda o no se entienda.

Seto no Hanayome. Serie y OVAs. Una ametralladora de gags. A veces se pasa de gritos y caras locas, pero hay episodios que son apoteósicos.

Shakugan no Shana. Hace tiempo leí a alguien describiendo este anime como “una loli tsundere con espada”. No creí que una descripción tan simple resultara tan precisa. XD Pero es una buena serie. Desde ya, Shanita es mi tsundere “heroica” favorita, y mi segunda en general detrás de Kagamin.

Shakugan no Shana Second. A pesar del exceso de relleno romanticón, el ritmo raro de los primeros episodios y el final algo apresurado, de alguna forma todo aún encaja y me parece igual de buena que la primera.

Shakugan no Shana (película). Re-adaptación del primer arco de la serie. El problema de llevar animes de televisión a filmes es que siempre se borra o se mutila algo, y se dejan detalles que confundirán a quien no haya visto la versión televisiva. Por eso prefiero la serie.

Shakugan no Shana S. La primera OVA, y un poco la cuarta, son las que conservan la esencia de Shana. Las del medio son poco más que rellenos.

Shakugan no Shana III Final. Quisiera que me gustara más, pero lo siento, no es la Shana que esperaba. Muchos preparativos, mucho diálogo interminable, mucho combate entre secundarios... vale, son tiempos de guerra y decisivos, pero al menos se debió tratar de mantener algo del "feeling" de las temporadas anteriores. Por cierto, brofist para Satou.

Shakugan no Shana-tan. Extras con una Shana tamaño chibi (14 en total). Se pueden ver de uno o dos sentones y hay uno que otro segmento gracioso. Lo recalco, uno que otro. No todos.

Shangri-la. Me enganché a este anime por el opening (con todo y boomerang corta-tanques) y por la posibilidad de verlo en streaming. Shangri-la tenía el chance de ser algo grande, me esperaba una historia similar a la de Nausicaa. Pero entre momentazo y momentazo (sí, los tiene) se perdió el ritmo narrativo, el argumento se quedó dando tumbos, y se hizo tarde para encarrilar la serie. Por eso, y por el final insatisfactorio, la mejor palabra para describirla es “desaprovechada”.

Shashinkan. Bonito corto, simpático y conmovedor a la vez.

Shigurui. Un anime de samurais serio, con una crudeza más realista que lo usual del género. Bueno para un cambio de paso entre tanto shonen.

Shin Angyo Onshi. Esto sí es raro, un filme animado hecho por colaboración de Japón y Corea. Pasan muchas cosas y se deja ver, aunque los personajes y sus aires nihilistas no son muy originales que digamos.

Shirobako. Una carta de amor a la industria del anime. Un delicioso caos controlado con un pedazo de elenco que resuena como la vida real. Además sirve de lección a los que anhelan trabajar en animación creyendo que es un paraíso otaku. XD

Shirobako (película). Por un lado está bien, conserva algo de la magia; por otro lado, viniendo de la serie me esperaba algo mejor. Se siente como una segunda temporada acelerada y comprimida en dos horas.

Shonan Junai Gumi. Me enganché y me entretuve al principio, pero tras cada episodio de estas OVAs mi interés fue disminuyendo y acabó en mediocridad.

Shoujo Kakumei Utena. Muy cierto eso de que es la Evangelion del shoujo XD La serie es entretenida (aunque algo repetitiva) con buenos duelos y bizarradas, y una recta final interesante. La película sirve más para disfrutarla visualmente que para entenderla.

Skip Beat. Kyoko es amor (o mejor dicho, “RABU”). Ojalá que animen el resto del manga.

The Sky Crawlers. Técnicamente impecable y con un argumento pausado pero lo suficientemente firme para enganchar, como se espera de Mamoru Oshii. Aunque me dejó un poco en el aire (valga la redundancia).

Sky Girls. Serie y OVA. Toma un slice-of-life desabrido, añádele fanservice y cámbiale la escuela por un ambiente militar, para que parezca un anime de acción. Resultado: un escuadrón de pseudo-lolis cabezonas luchando contra pokemons gigantes. Meh.

Slayers (TV). Esto grita "noventas" por todos lados, en el mejor de los sentidos. Las primeras dos temporadas son las mejores, luego Try y Revolution/Evolution-R quedan un poco por debajo (sin dejar de ser buenas).

Slayers (OVAs). La primera de Special y la tercera de Excellent son las que más me han gustado. Están entretenidas, aunque no al nivel del anime de TV (Naga es un buen personaje, pero nadie como la pandilla de la serie).

Slayers (películas). Mi opinión de las 4 películas de los noventas es la misma que la de las OVAs: no igualan a las series pero aún son buenas y memorables (go go Pikopiko Lina-chan). Por otra parte, Premium me parece más "rellenosa" y hasta algo fuera de lugar.

Sougen no Ko Tenguri. Un filme promocional corto de 1977 con un estilo muy parecido al de Heidi. Lo vi porque Miyazaki trabajó en él, es curioso pero tampoco tiene mucho que decir.

Soul Eater. Da en el clavo en todos los elementos que debe lucir un shonen de calidad: personajes, combates, animación, humor, expectativa... y entonces se separa del manga y se le caen los palitos de la peor manera. Hasta se puede oír como se desmorona.

Soul Eater Not. Exactamente lo que dice su nombre. No es Soul Eater, sino un slice-of-life de siempre, pero con sus cameos y momentos de drama-acción para que no se quejen.

Soul Link. Un disparate: incoherencias, personajes huecos, plot-twists ridículos, QUALITY... hay animes que son “tan malos que son buenos”. Este en cambio, simplemente es malo.

The Soultaker. Me dejó algo indiferente, a pesar de los buenos combates. La dirección y el arte lo hacen parecer uno de esos animes incomprensibles llenos de alegorías filosóficas, aunque en realidad es de acción (y no tan complicadísimo de entender). En conjunto, Soultaker me parece un campo de pruebas de Tatsunoko, con ideas que luego se perfeccionarían en Karas y Casshern Sins.

Souten no Ken. Una precuela de Hokuto no Ken con elementos de “películas de chinos” sobre mafia. Qué bien sonaba en papel, y qué decepción ha resultado. Animación mediocre, bizarradas sin gracia y villanos que parecen sacados del Batman de los 60. Sólo el protagonista (predecesor de Kenshiro) salva la cosa un poco.

Souten no Ken: Regenesis. La primera mitad incurre casi punto por punto en los mismos defectos que la temporada anterior, e igualmente el protagonista sigue siendo lo único destacable de verdad. Ya para el segundo cour se vuelve más potable y un poco más "Hokuto", gracias al aumento del coeficiente GAR.

Space Dandy. La primera temporada es buena y la segunda mejor. En todo momento la calidad de animación es apoteósica, a un nivel que a veces se roba el espectáculo por encima de Dandy y compañía. ¿Y quién no querría una Scarlett en su vida? (hace 10 años habría dicho Honey...)

Special-A. A primera vista parece una copia de Ouran con menos carisma, sin embargo, tras familiarizarme debo reconocer que se le queda muy cerca, y con frecuencia la iguala. La voz de Jun Fukuyama me comanda a hacer ademanes con las manos.

Spice and Wolf. Holo. Ese es su nombre. La razón principal por la que un anime con tanto diálogo y Slice of Life pasivo (bien llevados, por cierto) me haya mantenido enganchado de esa manera. Holo es amor.

Spice and Wolf 2. Más de lo bueno. Más Holo, más estratagemas financieras abrumadoramente intrincadas, más drama, más Awesomeness. Más, por favor.

Spice and Wolf VR (1 y 2). Me hacía falta Holo después de tanto tiempo, aunque fuera en este formato. Buen preámbulo para la nueva serie. 

Spice and Wolf: Merchant Meets the Wise Wolf. No importa que sea un remake, sigue igual de interesante y Holo es Holo siempre (aunque aquí parece más moe).

Spirit of Wonder. 3 OVAs y 3 especiales. Lo que más me gustó fueron las historias de China-san. El arco de los Muchachos Científicos tiene menos chispa, pero igualmente me mantuvo atento.

Spriggan. Película de acción/aventura con buen dibujo. Aprobada para una tarde con palomitas de maíz.

Spriggan (ONA). Adapta más historias del manga, que mantienen la misma esencia de "película de acción gringa". Es decir, entretenida, pero genérica.

Star Fox Zero: The Battle Begins. Muy entretenido y mejor de lo que esperaba. Creo que este corto podría abrir puertas a una serie.

Steamboy. Gracias al buen trabajo de Otomo-sama y al largo tiempo de producción (y a la inversión), Steamboy es absolutamente espectacular. El “eye candy” es el recurso que Otomo usa para enganchar, pero eso no significa que el resto de apartados palidezca; la película tiene buenos momentos de acción y epicidad, aunque el argumento no sea del otro mundo y la esencia “miyazakiana” resulte más superficial de lo que aparenta.

Steins Gate. Dos temporadas, película y especiales. Gran historia, elenco memorable (Kurisu=RABU) y un ambiente único. La serie original y Zero son de lo mejor que hay en ciencia ficción, por su parte la película como que se va poniendo demasiado simbólica e introspectiva pero aún está bien.

Summer Wars. No me importa que haya copiado a Digimon, esto es AWESOME, de principio a fin. No tengo más palabras.

Suzume no Tojimari. El estándar de Makoto Shinkai en su vertiente "aventurera", con una fórmula ya vista, pero que no le resta a su indudable calidad y ritmo narrativo.

Suzumiya Haruhi no Yuutsu. Qué decir, Haruhi es Haruhi. Aquí, allá en Japón, ahora, hace 3 años... en cualquier tiempo y espacio. No importan Kadotrolls, ni Endless Facepalms, ni retrasos en las novelas, ni Harutards, ni Haruhaters. Haruhi sigue siendo Haruhi, una serie ingeniosa, redonda y brillante.

Suzumiya Haruhi no Shoushitsu. Le perdono el Endless Eight a Kyoto Animation y Kadokawa. Lo han compensado de sobra con este diamante pulido. Dura más que una visita de un familiar pesado, pero qué importa, El Caballero Oscuro también y es otra joya.

Suzumiya Haruhi-chan / Nyoron Churuya-san. Risas garantizadas. Haruhi-chan fue la mejor manera de esperar el regreso de la Haruhi “auténtica”, y un ejemplo perfecto de cómo debe ser un anime de Youtube. Churuya sufre de quedarse atascada en nyoro~n y queso ahumado, pero no hay problema, tiene sus momentos, son episodios cortos y uno diario no hace daño.

Sword of the Stranger. Buena, pero dentro de ese estilo Ninja Scroll me gusta más.

 

T

Taishou Yakyuu Musume. Es como Princess Nine convertida en slice-of-life moe. Y funciona, de verdad inspira a apoyar a las chicas.

Takane no Jitensha. La historia me parece interesante, pero todo está tan condensado por culpa del tiempo, que apenas se establecen los personajes principales y pum, fin. El dibujo es ordinario, más propio de un episodio cualquiera de serie que de un especial. Esto debió haber sido una película (o un especial de una hora) y debió haber tenido mejor animación.

Tekkon Kinkreet. La historia no es del otro mundo, pero está bien contada y no aburre. Lo que sí es del otro mundo es el nivel artístico, que incluso por sí solo vale para revisionar la película. Más o menos lo que pasó con Avatar.

Tengen Toppa Gurren-Lagann. ROW ROW FIGHT THE POWER

Tengen Toppa Gurren-Lagann: Gurren-hen. ROW ROW FIGHT THE POWER

Tengen Toppa Gurren-Lagann: Lagann-hen. ROW ROW FIGHT THE POWER

Tengen Toppa Gurren-Lagann Parallel Works. ROW ROW FIGHT THE... Bueno, el séptimo es raro.

Tengen Toppa Gurren Lagann: Parallel Works 2. ROW ROW FI... OK, awesome y todo, pero difícilmente igualan a los Parallel Works originales (excepto Kittan Zero).

Tenki no Ko. Makoto Shinkai dominando su "zona", con temas que ya hemos visto en otras de sus películas, pero siempre con el sello de calidad que lo caracteriza.

Tetsuko no Tabi. No está mal para lo que es (una especie de guía turística ). Se nota el esfuerzo puesto en evitar la monotonía que puede surgir en este tipo de serie, y me cae simpática a pesar de los personajes planos y lo ruidoso y repelente que resulta ser el otaku de trenes (¿serán así de verdad?).

Thermae Romae (2012). Anime y especiales. Uno de esos trabajos sui-generis pero divertidos, con un estilo de animación limitada que paradójicamente le añade gracia. Me quedé con ganas de más.

Thermae Romae Novae. Es básicamente la serie original con animación "normal" y unas cuantas cosas cambiadas. Además el añadido del segmento documental es bien interesante.

Thermae Romae (películas). No están mal, tienen momentos simpáticos y una excelente ambientación, aunque no me convence que les metan tramas de telenovela. Creo que me habrían gustado más si no hubiese visto primero el anime.

Those Who Hunt Elves (I y II). El dibujo es irregular y suele tener momentos tan cabezahuecas como su personaje Junpei, pero el humor es una cura total. La mayoría es relleno, pero del bueno.

Toki wo Kakeru Shoujo. Sublime. La familiarización con la protagonista y los demás personajes es casi instantánea, y el guión avanza firme y ameno, sin complicarse mucho con las explicaciones del viaje temporal. Esta es una película de las que se pueden ver una y otra vez sin aburrirse.

Tokyo Godfathers. La mano de maestro de Satoshi Kon encadenando narrativa, personajes y "milagros" argumentales con una naturalidad que asusta. Está como para re-visionarla en cada Navidad, o cuando sea.

Tokyo Magnitude 8.0. ¿Será verdad que Tokyo está tan poco preparada para un terremoto grande? La serie me parece bien lograda, con esa sensación de incertidumbre y del mundo viniéndose encima, y esos toques humanos. El único WTF es el spoilerazo (que me tragué antes de verla).

Toradora. Una serie entretenida con el Tsundere Seal of Approval y pocas quejas para su género (a pesar de ser típica). Me gustó el aire dramático de la segunda mitad.

Transformers Masterforce. Una de mis reglas de oro al ver anime es la de no abandonar series, por más malas que sean. Hasta que conocí mi límite con Masterforce. Es un anime tan absolutamente malo, que me hizo romper la regla y “dropearlo” tras ver los 18 episodios que me habían prestado. Lo único positivo que le hallo es la sensación de nostalgia que me dan el opening y el ending.

Trava. Me gustaron los diálogos, la animación y el aire de desenfado tipo FLCL. Lástima que todo ese potencial no tenga el tiempo que se merece, y sea enlatado en 3/4 de hora como si fuera un episodio piloto. Habría sido genial si fuesen 4-5 OVAs de duración apropiada.

Trigun. La disfruté mucho. Sufre un poco con los desvíos respecto al manga, pero es una serie imperdible y necesaria en el currículum de cualquier fan.

Trigun: Badlands Rumble. Pura esencia Trigun, tan entretenida como siempre. Lo único que eché en falta fue el "RABU ANDO PIISU" de Vash.

Trigun Stampede. Un remake orientado hacia el drama, con excelente animación CG y más espectacularidad en las escenas de acción. Me ha dejado un buen gusto, y hasta un poco de hype para la segunda temporada.

Trinity Blood. LOL, vampiros. Ni fu ni fa, ni excelente ni mala. Justo ahí.

Tsubasa Chronicle. Episodios buenos, episodios regulares, episodios malos... un "shonen cualquiera" en toda la regla. No me leeré el manga, pero estoy seguro de que es mejor.

Tsubasa Chronicle (película). Equivale a uno de los episodios "buenos" de la serie. Lo natural cuando cambias a Bee Train por Production IG.

Tsubasa Tokyo Revelations / Tsubasa Shunraiki. Ahora sí estamos hablando de algo. Mientras más veo las OVAs de Tsubasa, más me pregunto qué carajo hicieron con la adaptación televisiva.

Tsukihime. LOL, más vampiros. Floja floja, cuando empieza a ponerse interesante ya se está acabando.

Tsukimonogatari. Esta vez los toques peculiares del estudio SHAFT y el fanservice me entretuvieron más que la propia historia. Ojalá que Kizumonogatari incline de nuevo la balanza del lado "aceptable" hacia el "bueno".

La Tumba de las Luciérnagas. Muchos dicen que esta película le saca lágrimas hasta a un moai; yo no lloré. Aunque sí, sentí pena por los niños, y sí, es un peliculón, la obra cumbre de Isao Takahata y merecedora de un puesto entre los mejores filmes animados de la historia.

 

U

Uchuu Show e Youkoso. Comienza como un agradable y vistoso slice-of-life con visos de gran aventura, sin embargo se alarga demasiado y en la segunda mitad se desinfla.

Ultimate Teacher. Miré esta OVA ochentera por curiosidad, motivado por un artículo en una web. Me llevé tremenda decepción.

Umi ga Kikoeru. El típico drama amoroso escolar, montado a la manera de Studio Ghibli. Es una película acogedora, como para ser vista en pareja, o tirado en el sofá en vacaciones o en un día de fiesta; en ese aspecto es similar a Mimi wo Sumaseba.

Umineko no Naku Koro ni. Los primeros episodios sí lograron transmitirme la sensación de expectativa e incertidumbre, pero gradualmente mi interés bajó, y mi pregunta fue cambiando de "¿y ahora qué va a pasar?" a "¿qué me importa lo que pase?".

Umisho. Esta serie es como la protagonista: a ratos divertida, a ratos tonta, y todo el tiempo fanservice al máximo. O sea, como Green Green pero con más historia (y en mi opinión mejor ecchi).

Urayasu Tekkin Kazoku. Una mina de Awesomeness para el que logre aguantar tanto chiste escatológico. Tengo el presentimiento de que habría sido más Awesome si se hubiese explotado el elenco secundario con más balance.

 

V

Vampire Hunter D (1985). Para los yanquis y otros más es de culto, para mí es decepcionante. Los combates sin ton ni son por aquí y por allá no impresionan, y el argumento y los valores de producción están por debajo de los de cualquier serie del montón, incluso de su época. Hasta me dio risa algún monstruo.

Vampire Hunter D Bloodlust. OK, ahora sí estamos hablando de una película buena de verdad, que cumple de sobra haciéndole justicia al personaje de D. Y qué música más jodidamente épica.

El Viaje de Chihiro. Es curioso que los dos filmes que más me gustan de Miyazaki no sean protagonizados por las “clones de Lana”. Chihiro es una Mei (de Totoro) crecidita, con la que uno se involucra plenamente en ese mundo extraño donde ha caído, y le sigue en sus faenas y adversidades. En resumen, el espectador vive su “viaje”. Todo sencillamente funciona en esta película. Ver Chihiro es un requisito obligatorio para todo el que se haga llamar fan de la animación japonesa.

Video Girl Ai. Muy buena, me ha hecho poner el manga en la lista de pendientes. Maldito moe, nos quitaste a las chicas anime de los 90.

Vinland Saga. Desde el principio va muy bien, pero no se queda ahí, va "in crescendo" hasta lo apoteósico, y ya en la segunda temporada alcanza el sitial de obra maestra. Tengo que leer ese manga.

 

W

Wangan Midnight. La historia como que engancha, pero aún prefiero Initial D (caramba, ahí va la comparación, no quería hacerla). Prefiero que un anime de carreras se concentre en las habilidades, en vez de tunearlo más y tirar pa'lante.

Wanpaku Ouji no Orochi Taiji. Ya sabía que se habían inspirado en este filme para el estilo artístico del Wind Waker, pero no tanto. XD A pesar de ser una historia simple, nunca decae el interés, y me sorprendió la suavidad de la animación para ser de 1963.

Watamote. Anime y OVA. Su primera mitad está a la par de los grandes del mismo estilo, como NHK o Tatami Galaxy, con un humor desternillante que a veces hace sentir un poco de culpa y hasta identificación. Luego todo empieza a volverse más melancólico e introspectivo, y no está mal, pero tampoco se compara con los inicios.

Welcome to the NHK. Todo un "tour" psico-sociológico de lo más interesante. El protagonista infunde desde pena hasta desprecio (y no es que el resto del elenco esté muy normal, tampoco), y a veces hasta da como para pensar en uno mismo y su entorno.

Witch Hunter Robin. En honor a la verdad, su primera mitad abusa del recurso del “monstruo de la semana”, y el final deja importantes incógnitas. No obstante, reconociendo sus fallos, con Robin no me sentí aburrido.

Wonderful Days / Sky Blue. Una película anime coreana con mucha espuma (efectos bonitos) y poco chocolate. No me dice nada.

 

X

xxxHolic. Un "bazar" de historias sobrenaturales más o menos interesantes según el caso, pero definitivamente con más consistencia que la adaptación de Tsubasa. Pobre Watanuki, veamos si su cuerpo de fideos aguanta más humillaciones.

xxxHolic (película). La vi entre las dos temporadas de la serie. A pesar de ser una historia original en vez de adaptada, captura el "feeling" y es disfrutable de principio a fin. Production IG sí que sabe trabajar con CLAMP.

xxxHolic Kei. Aún mejor que la primera temporada, gracias a una mayor continuidad. Ya ni siquiera me molestan los pataleos de Watanuki.

xxxHolic Shunmuki. Mantiene el nivel de calidad de Kei, ni más ni menos. Debería darle un vistazo rápido a las OVAs de Tsubasa otra vez, para tratar de refrescar mi comprensión del enlace con xxxHolic.

xxxHolic Rou / Rou Adayume. Me parecen una adecuada "conclusión", aunque no me extrañaría si en un futuro cercano se anuncia algún extra más.

 

Y

Yojouhan Shinwa Taikei / The Tatami Galaxy. Anime y especiales. Una joya del humor surrealista, rebosante de estilo e inteligencia. Cada trabajo de Masaaki Yuasa me hace más su admirador, y me sorprendió ver al estudio Madhouse siendo más SHAFT que SHAFT.

Yojouhan Time Machine Blues. Comparado con Tatami Galaxy es un anime más "normal", pero aún es entretenido y bien caracterizado.

 

Z

Zero no Tsukaima. No está mal. La primera temporada me ha gustado, pero Louise me caería mucho mejor si no fuera tan agresiva con el pobre Saito. Digamos que es una Tsun-tsun-tsun-dere.

Zero no Tsukaima: Futatsuki no Kishi. La segunda temporada parece un anime distinto, con ese tono tan serio (que le pega poco) y ese /ecchi forzado y esporádico. Me ha dejado en el aire.

Zero no Tsukaima: Princess no Rondo. Aún peor que la anterior. Pronto estuve harto del tira y afloja entre Louise y Saito, y de la sobre-saturación de ecchi (aunque hay uno que otro momento para enmarcar). Parece que trataron de recuperar el tono de la primera temporada metiendo ecchi por montones, y les explotó en la cara como un hechizo de la protagonista.

Zero no Tsukaima F. Esta última parte sigue siendo puagh, con arcos argumentales acelerados, personajes desaprovechados, humor forzado y momentos anticlímax, pero al menos no provoca espasmos de disgusto como la tercera. "Afortunadamente" era imposible hacer algo peor.

Zoku Owarimonogatari. La saga aún me parece interesante gracias a partes como esta, que aprovecha sus fortalezas (personajes y diálogos). Y nada de "final", segurísimo que Monogatari no termina aquí.

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